El Girona salió de Vallecas con una derrota que dejó varias lecciones para el técnico Míchel, quien no ocultó su descontento tras el partido. Aunque su equipo comenzó ganando, el Rayo Vallecano aprovechó su intensidad y efectividad para darle la vuelta al marcador
El entrenador del Girona, Míchel, no escondió su frustración tras la derrota en Vallecas, donde su equipo comenzó ganando pero terminó cediendo ante un Rayo Vallecano que impuso un ritmo abrumador. Según el técnico, el Rayo “hizo más méritos” para llevarse los tres puntos, especialmente por la intensidad y efectividad que mostraron en momentos clave del encuentro. Pese a las oportunidades finales del Girona, el portero rival, Stole Dimitrievski, fue determinante para sellar el marcador.
En su análisis, Míchel subrayó que el Girona no logró controlar el partido como esperaba, y esto permitió al Rayo imponer su juego. “En dos jugadas, con ellos más volcados, fueron efectivos. Eso marcó la diferencia”, expresó el entrenador, reconociendo que el rival aprovechó los errores defensivos de su equipo, especialmente en la segunda mitad.
Míchel señala la efectividad del Rayo y la falta de control del Girona
Uno de los puntos que más destacó el técnico fue la incapacidad del Girona para defender los espacios y gestionar las transiciones defensivas. “Cuando pierdes la pelota con el 0-1, el rival llega por bandas, por el centro, y encuentra pases a la espalda del lateral. Ahí nos faltó cerrar mejor”, afirmó. La presión del Rayo, liderada por jugadores como Isi Palazón, fue un factor que desarticuló las intenciones del Girona de mantener el control.
Además, Míchel aprovechó para criticar lo que consideró pérdidas de tiempo innecesarias durante el descuento, apuntando directamente a las órdenes de la directiva del club madrileño. Aunque reconoció el trabajo bien ejecutado por el cuerpo técnico y los jugadores del Rayo, no pudo ocultar su molestia con estas tácticas, que calificó de antideportivas.
Las lesiones complican el panorama para el Girona
El Girona no solo salió de Vallecas con una derrota, sino también con problemas físicos en su plantilla. Gazzaniga, quien ya arrastraba molestias lumbares, tuvo que ser sustituido tras resentirse durante el encuentro. Míchel explicó que el portero había sido infiltrado para poder jugar, pero finalmente no aguantó el ritmo del partido. “Esperemos que esté recuperado para el miércoles, aunque será justo”, dijo.
Otra preocupación es Daley Blind, quien ha acumulado una carga excesiva de minutos en las últimas semanas debido a las bajas en defensa. El jugador terminó el partido con molestias por el esfuerzo acumulado, especialmente tras su participación reciente en San Siro contra el Milan. “No ha sentido pinchazo, pero veremos cómo evoluciona”, añadió Míchel, dejando en el aire su disponibilidad para los próximos compromisos.
Sin duda, Míchel fue claro al afirmar que su equipo debe mejorar si quiere seguir luchando por puestos europeos. Aunque valoró el esfuerzo de sus jugadores, reconoció que no estuvieron a la altura ante un rival tan intenso como el Rayo. “Sabíamos que sería complicado porque el Rayo es el más intenso, solo superado por el Barça. No encontramos al hombre libre, y por eso ellos miraban hacia adelante y nosotros no”, sentenció.