El Girona sufrió una dura derrota en casa frente al Sevilla, dejando al descubierto carencias en su juego colectivo. Tras el partido, Míchel no dudó en hacer autocrítica, señalando errores en la construcción, la falta de profundidad ofensiva y los problemas de concentración tras el descanso
Míchel no escondió su decepción tras la derrota de su equipo ante el Sevilla, un encuentro en el que las expectativas del Girona chocaron con una ejecución lejos de lo deseado. El técnico fue claro, “Hemos perdido el partido en el juego”, reconociendo que las pérdidas en la construcción penalizaron a su equipo, dejándolo constantemente a remolque. A pesar del tropiezo, mantiene firme el objetivo de pelear por Europa, confiando en que la segunda vuelta será una oportunidad para mejorar como conjunto.
El entrenador no solo habló de las imprecisiones en la posesión, sino también de la falta de profundidad y verticalidad, dos elementos esenciales en su esquema. “El Sevilla nos ha recuperado el balón nueve veces en nuestro campo”, señaló, destacando la falta de tranquilidad para jugar por dentro. A esto se sumó la frustración por encajar otro gol en los primeros minutos tras el descanso, un problema recurrente que, según Míchel, deben solucionar urgentemente.
El análisis táctico deja en evidencia las carencias del Girona ante el Sevilla
La derrota en Montilivi también expuso la incapacidad del Girona para crear ocasiones claras. Mientras que el Sevilla tiró 14 veces a puerta, los locales solo generaron siete disparos, una estadística que refleja la desconexión entre líneas y la falta de progresión en el juego. “Gazzaniga fue protagonista en la primera parte, y eso habla de que no estuvimos bien”, admitió Míchel.
El técnico también destacó que, aunque poseen el balón, carecen de claridad para avanzar con propósito. Esta dificultad para construir desde atrás fue una de las principales razones por las que no lograron inquietar al rival. “No tuvimos capacidad en ataque, y si el Sevilla puede correr, te hace daño”, añadió, dejando claro que hay mucho por ajustar en el planteamiento.
Las lesiones y la falta de dinamismo preocupan al técnico
Uno de los puntos que más inquieta a Míchel es el estado de algunos jugadores clave. El entrenador mencionó que figuras como Asprilla necesitan recuperar su confianza y dinamismo para aportar al equipo. “Él tiene ese dinamismo que nos falta, pero necesito su mejor versión”, explicó, reconociendo que el problema no recae únicamente en un jugador, sino en el rendimiento colectivo.
En cuanto a los goles tras el descanso, Míchel fue tajante: este tramo del partido es decisivo para el dominio del juego, y el equipo no ha sabido afrontarlo con la concentración necesaria. “Es un dato que hay que trabajar. Hemos encajado demasiados goles en esta fase”, concluyó, enviando un mensaje directo a su plantilla, es hora de demostrar en el césped que pueden volver a ser ese equipo competitivo que lucha por Europa.
