El Girona cerró su histórica participación en la Liga de Campeones con una derrota por 1-0 frente al Milan en San Siro. El técnico Míchel destaca el esfuerzo del Girona en su despedida europea
El Girona vivió este miércoles una de las noches más emotivas en su historia reciente, aunque el resultado no fue el deseado. La derrota por 1-0 frente al Milan puso fin a su primera aventura en la Liga de Campeones, pero Míchel Sánchez, su entrenador, no dudó en elogiar el esfuerzo de sus jugadores. “Hemos competido de igual a igual en un partido bastante bueno”, afirmó con evidente orgullo tras el pitido final.
Este enfrentamiento marcó la sexta derrota en siete partidos europeos para el Girona, pero no dejó de ser una “jornada histórica” para el club. Míchel reconoció que la experiencia adquirida será clave en el futuro, señalando que el equipo luchará por volver a esta competición en las próximas temporadas. “Nos despedimos con ganas de regresar, porque este club merece vivir noches como esta”, añadió, dejando entrever que el sueño no termina aquí.
Míchel resalta las claves del partido y su autocrítica como entrenador
El técnico rojiblanco no escatimó en señalar los aspectos que marcaron la diferencia ante el Milan. Según Míchel, al Girona le faltó “eficacia y experiencia” en los momentos clave, algo que sus rivales europeos aprovecharon a lo largo del torneo. “Nos han penalizado mucho en las transiciones. Si hay algún responsable de nuestra Champions, soy yo. Mis jugadores son increíbles y han estado siempre a la altura”, subrayó.
En su análisis, también destacó que los pequeños detalles inclinaron la balanza en contra de su equipo. Sin embargo, dejó claro que sus futbolistas dieron todo en el terreno de juego, algo que la afición reconoció al final del partido. Para Míchel, esta temporada en Champions es un punto de partida, no un final, y espera que el Girona pueda ofrecerles a sus hinchas nuevas alegrías en competiciones futuras.
Satisfacción y la promesa de una despedida a lo grande
Míchel cerró su intervención con palabras de agradecimiento hacia sus jugadores y la afición. “Estoy orgulloso de este grupo. Han demostrado que están a la altura de cualquier desafío”, afirmó con convicción. Además, adelantó que el equipo buscará cerrar su participación europea con una victoria frente al Arsenal la próxima semana.
“Queremos dedicarles ese partido a nuestra gente, que nunca ha dejado de creer en nosotros”, dijo con determinación. Sin duda, la eliminación en Champions deja un sabor agridulce, pero también un mensaje claro: el Girona no ha tocado techo. Con trabajo y perseverancia, el equipo buscará consolidarse entre los grandes, tanto en España como en Europa.
