El Girona no pudo ante un sólido Real Madrid en un partido marcado por errores clave y la falta de contundencia. Míchel, ofreció un análisis autocrítico, señalando los fallos en defensa y la dificultad de enfrentar a un rival de alto nivel
El Girona enfrentó al Real Madrid en un partido que dejó a los catalanes sin margen para la sorpresa. Míchel, entrenador del equipo, se mostró autocrítico en la rueda de prensa posterior. “Iniciamos bien con balón, pero la diferencia en las áreas fue abismal”, comentó. Según el técnico, los errores en salida de balón y la incapacidad para aprovechar las tres opciones claras en la primera media hora marcaron el destino del encuentro.
El primer gol del Madrid, fruto de un fallo defensivo, fue calificado por Míchel como un golpe duro. Sin embargo, fue el segundo tanto el que verdaderamente condicionó el partido. “Fue lo que no queríamos. No puedes dejar que jugadores de ese nivel se giren ni tengan espacios”, explicó el técnico, visiblemente frustrado.
El enfoque táctico no bastó para detener al rival
El técnico reconoció que su equipo mantuvo cierto control en la primera mitad. “Manejamos bien sus ataques y evitamos espacios a la espalda”, afirmó. Pese al 0-1, el Girona llegó al descanso todavía en partido, pero el segundo gol terminó por sentenciar cualquier aspiración. “No dimos respuesta. Era un momento para no perder la cabeza y evitar un resultado más contundente”, añadió Míchel, aludiendo a la superioridad madridista.
La defensa del Girona sufrió al intentar aplicar las instrucciones del técnico, quien había insistido en cerrar espacios interiores y evitar situaciones de duelo. Sin embargo, los errores puntuales y la falta de contundencia defensiva permitieron al Madrid controlar el encuentro sin mayores sobresaltos.
El reto de competir en tres frentes
Míchel también aprovechó para reflexionar sobre las dificultades estructurales de la temporada. “Hemos cambiado a muchos jugadores y la pretemporada no fue ideal. Eso se refleja ahora”, comentó. Con la Champions y la Liga demandando un esfuerzo extra, el equipo ha tenido que lidiar con una carga de partidos que, según el técnico, “nos está penalizando mucho”.
El entrenador destacó que las expectativas estaban altas tras cuatro partidos sin perder, pero este duelo evidenció que aún falta madurez para enfrentar rivales de la talla del Real Madrid. Pese a todo, Míchel insistió en que el equipo necesita acumular experiencia y evitar comparaciones con la temporada pasada. “Somos un club en crecimiento. Hay que trabajar con lo que tenemos y mirar hacia adelante”.
