Luego de tocar el cielo con las manos en la temporada pasada, llueven críticas al director deportivo del Girona por los fichajes.
De la cúspide a un ocaso que puede culminar de la peor manera. Girona se encuentra con serias posibilidades de perder la categoría y, entre las múltiples razones de este presente, el mercado de fichajes no fue acorde para mantener a la plantilla que logró objetivos históricos para el club en la temporada anterior.
Buena parte de la responsabilidad recae sobre Quique Cárcel. La tarea del director deportivo de los gironenses era bastante compleja. Poder suplantar el nivel en que se desempeñaron Eric García, Couto, Savinho y Dovbyk era una misión complicada. Y está claro que, hasta el momento, salió muy mal y aun puede terminar peor si el Girona desciende a Segunda.
5 fichajes que hunden a Quique Cárcel
Bojan Miovski llegó para ser el sucesor de Dovbyk (fichado por Roma). El macedonio llegó procedente del Aberdeen escocés a cambio de seis millones y medio. Hasta el momento, solo convirtió 2 goles (ambos frente al Espanyol). En los últimos partidos ni siquiera tuvo minutos de juego.
Otros fichajes por los cuales es señalado Cárcel: el colombiano Yasper Asprilla; aterrizó en Cataluña procedente de Watford a cambio de dieciocho millones de euros. Era el indicado para suceder a Savinho, pero por ahora sus números son muy bajo. Abel Ruiz, Krejci y Francés son los otros tres fichajes que no logran cuajar en el esquema de Michel. Más de cuarenta millones invertidos con un resultado altamente negativo.
Girona pagó 18 millones por el colombiano Asprilla
El fantasma del descenso
Girona está 16°, solo 3 puntos lo separan del último equipo en zona roja, UD Las Palmas. En la recta final, los rojiblancos tienen por lo pronto dos encuentros consecutivos de local frente al Mallorca primero, y luego el Villarreal. Seguirá su camino visitando al Valladolid (ya descendido a Segunda) y a la Real Sociedad. Cerrará su participación en el Montilivi vs Atlético de Madrid.
El pasado reciente era todo color de rosa para Girona: en el podio de la LaLiga y una clasificación histórica a Champions League. Un año después, el equipo de Michel está en el fondo de la tabla y se debate entre críticas por los fichajes y el intento de mantener la categoría.