Una pieza más en la construcción del cuadro azulón pretende ajustar la directiva para satisfacer la voracidad de Bordalás
Las últimas han sido testigo de una propagación informativa de alto impacto para el Leganés, en donde al parecer una intensión sesgada del Getafe tendría dentro de sus planes acercar a Jonathan Silva a sus filas. De inmediato se han activado las alarmas, generando el pánico general de acuerdo a la insuficiencia que está teniendo el equipo para armar su plantilla.
Dicha corriente se ha dado una vez que el Getafe anunciase que habría perdido el contacto con Marcos Rojo, el lateral del Manchester United cedido en Argentina con Estudiantes de La Plata. El gaucho de 30 años al parecer ha declinado la oferta azulona a partir de un hecho concreto que no es otro que la intensión de seguir su carrera en su natal Argentina.
Una negativa en Getafe y la imposibilidad financieramente de sostener a Jonathan Silva por parte del Leganés marcan el futuro de la negociación
El conjunto pepinero ha hecho de todo para evitar caer este tipo de situaciones. Primero porque evidentemente no va a ceder en ese hecho, más que nada porque evita al máximo situaciones de extrema rudeza financiera, y segundo porque es complejo salir en este instante del mercado a suplir ausencias de ese calibre. Sin embargo, está la presión de jugar en primera, y un proyecto que en cabeza de Bordalás ha dado mucho de qué hablar en los últimos años.
Para que eso suceda van a apelar bajo un simple concepto, y es la reclamación inmediata de un precio que le permita al Leganés al menos igualar el pago realizado al Sporting de Portugal. Dicho valor es de 3 millones de euros, cifra que no está siendo contemplada por la directiva azulona. Vaya situación, y el jugador en el medio esperando junto a su representante por la resolución del mismo.
Asier Garitano es la pieza clave en este enredo legal
La destitución de José Luis Martí ha dejado a Asier Garitano como el nuevo estratega del club pepino. Esto ha soltado de inmediato una fiera al ambiente y es establecer si realmente es para el entrenador indispensable contar con el lateral que esta temporada solo ha jugado dos partidos oficiales. En caso de ser afirmativo la situación se complica y evita al Getafe sumar en dicha zona.
De no ser así podrían estar contemplando la idea de la cesión con obligación escrita de por medio. En este instante es un tiro al aire, y las tres partes viven el estrés a su manera. A falta de menos de una semana para el cierre del mercado sigue en pleno manto de duda, aunque según recolección desde la cúpula del club de la capital, van a intentar agotar hasta el último recurso.