El aumento de sueldo pone en duda sostenibilidad de la filosofía del Athletic
La renovación de Iñaki Williams en el Athletic Club ha sido cuanto menos polémica, se han comentado cifras desorbitadas para tratarse de un futbolista que estaba renovando su contrato, no inmerso en una puja propia del mercado de fichajes estival. El delantero bilbaíno tenía una cláusula de rescisión de 80 millones de euros antes de su renovación que ha pasado a ser de 135. Antes ganaba cuatro millones y medio, siguiendo la proporción, ahora se habla de siete.
Con la renovación, el salario anual de Iñaki Williams ha subido dos millones y medio, lo cual, ha generado una gran controversia entre los aficionados. Las redes sociales se han inundado las últimas horas con multitud de devotos que se preguntan si el Athletic se lo puede permitir. Hinchas del equipo reclaman que no se puede vender el alma al diablo con tal de quedarse entre sus filas a un jugador.
La filosofía a largo plazo del Athletic es insostenible con esta espiral de renovaciones que no dejan de subir los salarios. A sus 25 años, el jugador se sitúa con un contrato prácticamente blindado de por vida con el equipo vasco. Lo que además de seguridad, también puede conllevar conformismo, algo que preocupa también entre los seguidores que no gastarían tanto en una renovación.
La disputa está servida en el Athletic Club que tendrá que dar explicaciones en la asamblea para justificar el gasto tan elevado que ha estimulado la renovación de Iñaki Williams. Ya que a pocos días del comienzo de la próxima temporada y con el mercado estival de fichajes casi listo, lo último que necesita un equipo son controversias, por lo que Gaizka Garitano y los leones tendrán que poner manos a la obra para darnos emoción en el campo de juego y ganarse el desorbitado jornal.
