Volver a casa es lo que más inclina la balanza en este instante
Juventus de Turín no para de hacer eco con cada movimiento que realiza. Lo hecho en el caso de Álvaro Morata ha sido un golpe tremendo, pero no parece ser el único, pues desea en voz de su entrenador, Andrea Pirlo, seguir construyendo un proyecto robusto que esta temporada le entregue no solo el scudetto, sino la ansiada Champions.
Para eso necesita componentes de un nivel exorbitante, que entiendan el contexto en el que se van a mover, y que tengan plena disposición de mover su estadía hasta allí. Nada fuera de lo normal, y opciones en el mercado existen, aunque ellos prefieren apostar por un camino ya recorrido, la de los españoles y Fernando Llorente es su mejor alternativa.
Un llamado que podría cambiarlo todo está al caer
Sin embargo, y con todo lo que puede generar un traspaso de este calibre, no es algo que le haga dañar la mente al experimentado punta. Él está convencido que necesita renovar sus votos y regresar a España es uno de ellos. Para ese motivo espera que sea el Athletic de Bilbao el que le llame y le invite a ser parte de esta nueva idea liderada por Garitano.
Mucho se especuló con su potencial llegada a San Sebastián, pero él lo tiene claro, de regresar lo hará a casa de los leones, club con el que tiene su historia aparte. Allí se formó, allí debutó y allí se metió en la compostura habitual de la selección española. Es su hogar, y precisamente por eso quiere terminar su carrera jugando en ese sitio.
Garitano tiene la poetad de elección en sus manos
Increíblemente es el entrenador el que hoy tiene el control del tema. Mucho pidió refuerzos y nada le consiguieron cumplir, pero para establecer su ataque, tiene el poder de elección en el caso de Fernando Llorente. Ya la directiva tiene en su poder las palabras emitidas por el delantero, que se sacrifica dejando caer un contrato absolutamente favorable con tal de irse a jugar a San Mamés.
Los italianos ya le han puesto una buena ficha a elección y la espera en la respuesta dicta mucho de lo que viene especulándose en el ambiente. Para esto no hay mucho tiempo precisamente, y Garitano tiene sus dudas. No del comportamiento del jugador, si no de que pueda encajar en una idea dinámica, proyectada a la contra y de juego en velocidad. Los siguientes días lo dirán todo, la opción está y la necesidad les invita. Veremos.