El último partido del meta en el arco blaugrana ha sido la sentencia a sus actuaciones en el club catalán
La llegada de Xavi Hernández al banquillo culé ha revolucionado el ambiente, y ahora mucho más luego de ver el partido del FC Barcelona ante el Celta de Vigo donde Ter Stegen ha sido protagonista antagónico del resultado. Ya se venía hablando de más al respecto y ha sido escandaloso el efecto definitivo. Varios errores y la cruz a su espalda parecen lacrarle sus intensiones de continuar en el equipo.
Y es que parece que el racero con el que ha llegado a comandar las filas de Xavi es muy alto. No va o no piensa soportar errores tan grotescos, menos sabiendo que tiene que elevar el ánimo de un equipo que no solo no gana, sino que cuando va en ventaja se lo comen moralmente. El partido en Balaídos es la fiel muestra, ganando 0-3 al descanso y terminó empatando con el golazo de Iago Aspas al último minuto.
El compromiso en uno de los goles del Celta se ve reflejado para Xavi en la portería del FC Barcelona con Ter Stegen al frente
No ha sido la mejor impresión tras su llegada, eso está claro. En un partido que parecía tranquilo, de manejo y de inteligencia ha terminado como los demás, apretado, con frustración y sin los puntos que tanto trabajaron. Ese golazo de Iago Aspas al final les ha quitado dos puntos del bolsillo y les deja cada vez más hundidos en una tabla inclemente con este proceso.
El primero de los tantos del club gallego ha sido un error grosero. Ha dejado un rebote corto en el área que ha capitalizado el alma del club que orienta Coudet. Pero si se repasa todo el partido, e inclusive si se tira de la memoria para ir hasta el pasado, ha sido este curso todo así. Impreciso, diezmado y muy falto de ritmo para el que fuera siempre el guardián de los culés.
Otro de los que no logra salvarse es Clément Lenglet
No obstante, no parece ser el único. A lo del meta alemán se le suma lo del defensor central francés Clément Lenglet. Lento, predecible y muy displicente en cierto tipo de jugadas no corresponde en nada al estilo de juego que quiere el nuevo estratega. Preocupa a Xavi esos niveles individuales, sobre todo por la manera de ver el deporte en lo personal, dinámico, ofensivo y de mucha concentración.
El mensaje ha sido muy claro, o mejoran o se van. No va a haber contemplaciones con nadie, el concepto es mejorar y eso solo se logra con trabajo. De manera que el primer aviso ya ha sido entregado, y el resto dependerá de cada uno de los implicados, con partidos muy complejos por delante.