El FC Barcelona se encuentra en medio de una situación financiera delicada que ha generado incertidumbre sobre su capacidad para inscribir jugadores y mantener sus operaciones económicas en equilibrio. La gestión de Barça Studios, una de las divisiones clave del club, está en el centro de la polémica. Según diversas fuentes, los 40 millones de euros que debían ser aportados por la empresa Libero continúan sin ser abonados, lo que ha puesto en una posición comprometida a la entidad culé, según expone Victor Font, excandidato a la presidencia del club azulgrana.
La entrada de Aramark y el problema de los pagos pendientes
Recientemente, la empresa Aramark ha realizado un pago de 40 millones de euros al Barça, una parte de los cuales corresponde a un bono por la adjudicación del negocio de catering del nuevo Camp Nou durante los próximos 25 años. Otra fracción de este montante se destinaría a adquirir las acciones de Barça Studios que aún estaban en manos de Socios.com. Sin embargo, este movimiento no resuelve la situación de fondo: los 40 millones de euros que Libero debe al club desde octubre de 2023 siguen sin pagarse, al igual que otros 60 millones de euros adeudados por Socios.com y Nipa, cuyo vencimiento fue el pasado 15 de junio.
Esta situación evidencia la falta de compromiso real por parte de los accionistas originales de Barça Studios, quienes, según algunas versiones, habrían entrado en el proyecto más con la intención de ayudar temporalmente a Joan Laporta que de involucrarse de manera profunda y duradera.
La transparencia en la gestión y la patada a la compliance empresarial
La posible falta de pagos y compromisos por parte de los socios financieros de Barça Studios podría tener graves consecuencias para el club. Los auditores de Grant Thornton podrían verse obligados a exigir al Barça que reserve una parte significativa de los 400 millones de euros en plusvalías que se registraron el año pasado, lo que podría seguir bloqueando la capacidad del club para inscribir nuevos jugadores. Esta situación podría agravar aún más los problemas financieros y deportivos de la entidad.
Además, la entrada de Aramark en el accionariado de Barça Studios, coincidiendo con la adjudicación de un contrato de catering de 25 años, ha suscitado dudas sobre la transparencia del proceso. ¿Qué papel jugará realmente Aramark en la gestión de Barça Studios? ¿Se trata de una contraprestación encubierta por la adjudicación del contrato de catering?
Estas preguntas ponen de relieve las dudas sobre la claridad y el manejo de las operaciones financieras dentro del FC Barcelona, especialmente en un momento en que la estabilidad económica es vital para el futuro del club. En definitiva, la situación en torno a Barça Studios refleja una compleja red de intereses y decisiones que podrían tener un impacto significativo en el corto y largo plazo del Barça.