De ser un fichaje prometedor a una piedra en el zapato, así va el tema del danés en el cuadro catalán
El FC Barcelona está pasando las duras y las maduras con Marin Braithwaite. El delantero danés de 29 años sigue sin caer de pie en el club, y de acuerdo a las últimas actualizaciones, estarían padeciendo por dos opciones, una por la vía de manifestar una mejora en las condiciones o la otra que lleva a que terminarían soltándole.
La primera alternativa se hace insostenible por varios motivos, pero principalmente por el pensamiento y filosofía de Ronald Koeman, que no parece tener confianza. El estratega busca jugadores mucho más dinámicos, con capacidad para resolver en velocidad y con un alto porcentaje de precisión.
Cesión a un club de segunda, lo bajo que ha caído Braithwaite en el FC Barcelona
Los grandes clubes no han manifestado interés, y lo que parecía un hecho en Inglaterra se ha terminado cayendo. La crisis del coronavirus ha eliminado cualquier rastro de opción, y ha dejado todo en el manto de la duda. Por eso, y con la desesperación que ha acarreado la lesión de Ansu Fati, es que se ha decidido dar un paso al frente en la cesión del futbolista.
Y bajo esas medidas el que más se ha mostrado interesado ha sido el Leganés, su ex equipo. El cuadro pepinero necesita sumar activos de esa calidad y sin mover mucho su chequera, es una acción que tiene entre tintas y que piensa ejecutar si en Can Barça le dan vía libre. Aunque aún no es oficial está en el ambiente, así se ha demostrado.
Un nuevo paso para la carrera del danés, remando de abajo
Se considera un retroceso, pero es eso o terminar hundido en el más completo ostracismo. Por eso es que se viene tocando el tema, y se ha planteado de acuerdo a los últimos avances. Braithwaite no ve con malos ojos el hecho, y se pensaría pasar de una entidad a la otra ahora mismo en enero.}
Esto desde luego tiene un fin escondido, y es la potencial contratación de Memphis Depay, que en Francia viene rompiéndola cada vez más. Por el neerlandés deberán soltar al menos 30 millones de euros, que deben irse gestionando en base a la liberación de masa salarial. Duro panorama para unos, pero esperanzador para otros.