Los rumores de venta han desatado toda serie de críticas a la directiva y sus polémicas determinaciones
Ousmane Dembélé ha sido considerado por la crítica como uno de los fichajes más ridículos en la historia del FC Barcelona. Fue llevado para ser el remplazo de Neymar, y precedido de una temporada fabulosa en Alemania llegaba a la ciudad condal como todo un crack. En la práctica todo lo contrario, lesiones y malas presentaciones se han apoderado de su entorno.
Es el segundo fichaje más caro en la historia del club, y como van las cosas hoy lo que mejor se valora es su salida, a un costo realmente bajo y teniendo en cuenta las consideraciones generales del entorno. La crísis les ha llevado a rebajar sus aspiraciones, pero ese no es el peor de los escenarios, existe uno que a eso le reduce sus opciones. Impresionante.
La peor cláusula de la historia firmada por los culés les cuesta hoy un ojo de la cara
Nadie había avisado de los movimientos oscuros que tenía el Borussia Dortmund en todo este caso. Se supo que le han vendido por una cifra de al rededor de 125 kilos, entre pago y variables, pero nadie había descubierto que este número tenía un tapado. Y es que según información de gente cercana al jugador y al club, el BVB habría firmado una parte de la venta futura del extremo galo por 20 millones de euros.
Eso quiere decir que en caso de una venta, a los alemanes les corresponde esa friolera, como si nada, y a razón de lo mismo. Si se consuman los pedidos actuales, de 80 kilos, al cuadro catalán le corresponden 60 mientras los germanos se llevan 20. Realmente increíble. Pero Bartomeu tiene sus metodologías, y de ahí es que han nacido los frentes de sus críticas.
Por todos lados señalan al presidente, y él por su parte busca mediar la situación
Culpable o no, las gestiones están hechas, y de ahí parten una serie de cosas bien difíciles de afrontar. El tema no solo lo ha replicado gente del interior del grupo, sino que ha sido expuesto por un prestigioso medio teutón, que utiliza sus fuentes confiables para dar credibilidad a cada señalamiento que emanan.
Lo que preocupa es el futuro del club, y el cómo van a dar soltura a sus posiciones. Lo que se viene es un duro camino, y para solventarlo hay que trasegar bajo las medidas cautelares. Un movimiento desastroso, y unas repercusiones inevitables. Las acciones próximas ya están anunciadas, y con la mirada atenta, habrá que ver de qué manera se blindan. Laporta se frota sus manos; hay mucho morbo en todo este entorno.