Si el pistolero no mejora su rendimiento podría perder el puesto por un jugador cuyas condiciones le tienen a tiro de estar en la selección de su país
Luis Suárez sigue siendo el único killer del FC Barcelona, pese a los numerosos e imponentes nombres que la plantilla de Setién alberga en la actualidad. Esa es una de las grandes falencias, de las que prometen ponerse al día tras la búsqueda en el mercado de verano con vistas a llenar el hueco.
Martin Braithwaite y Ansumane Fati juegan más por la banda, y pese a que Antoine Griezmann lo puede cumplir, se siente mucho más cómodo jugando un tanto retrasado. Con los ya 33 años del charrúa no les queda más que peinar el mercado, e intentar suplir este hecho con jugadores de presente y condiciones. Osasuna tiene uno de ellos, y así se muestran hasta el momento.
El que llegue a Catalunya debe cumplir con algunas condiciones marcadas por la directiva
Si bien es cierto que el simple hecho de mostrarse como una alternativa debería ser suficiente argumento, por presente y condiciones, quién sea que llegue a cumplir con esa labor debe ser consciente de sus roles. El titular es el sudamericano, y no solo porque su contrato lo afirme, sino porque Messi es muy cuidadoso con este tipo de temas.
En ese orden de ideas son pocos los que se ajustan y con los cracks descartados, casos Neymar y Lautaro Martínez el camino queda servido es para activos de segundo plano. Es como lo quieren ver con Ezequiel Ávila, el punta del Osasuna que recién se viene recuperando de una dura lesión en una de sus rodillas.
Ezequiel Ávila busca solidificar su carrera jugando en un grande
Ya en enero estuvo demasiado cerca, y solo su lesión de ha impedido pegar el gran salto. Este parece ser su mejor momento, y va en busca de ello. Una vez supo que sus ligamentos se habían roto, ha trabajado incansablemente hasta haber logrado superar este flagelo, sin estar todavía a 100% de sus capacidades. Pero es suficiente, saben de la calidad profesional y humana que posee como para pensarse en su fichaje seriamente.
A los 26 años en el Sadar consideran que se trata de un jugador interesante, y del que plantearse su salida solo se puede consolidar si se paga el valor de su cláusula. 11 goles esta temporada dicen mucho de lo que es capaz, y unos 25 kilos es la distancia que les separa. En Barcelona ya han dicho que ese valor es perfectamente asumible, y que tratarán de establecer condiciones a futuro. Hay que verlo más adelante.