Puede ser un triste fin el del mandatario azulgrana como colofón de la era Messi que también llega a su fin para desgracia del aficionado culé
El concepto de ‘moción de censura’ es un término político que se refiere al derecho que permite a una organización expresar su falta de confianza con un Gobierno y, si se reúnen los apoyos necesarios, forzar la destitución del máximo mandatario. En el caso del FC Barcelona ese Parlamento estaría compuesto por los cerca de 150.000 socios que tiene el club y el Gobierno estaría constituido por la directiva que preside Josep María Bartomeu.
Esta situación no es por casualidad
La contundente derrota del conjunto azulgrana frente al Bayern de Munich en Lisboa supuso la gota que colmó el vaso para la mayoría de los aficionados del club, entre ellos un gran número de socios. Lo sucedido en Lisboa se suma a las actuaciones en Roma y Liverpool, la gestión deportiva del equipo tanto a nivel de futbolistas como de entrenadores, y los escándalos alrededor de la imagen de la directiva, formando un cóctel molotov que terminó de explotar con el burofax de Leo Messi.
Fue entonces cuando un grupo de socios con cierto reconocimiento formaron la plataforma ‘Més que una Moció’ bajo la dirección de Jordi Farré, precandidato a las elecciones presidenciales del FC Barcelona del próximo año. El objetivo de esta agrupación era conseguir un total de 16.521 firmas de socios azulgranas válidas para presentarlas en el Camp Nou como primer paso para solicitar ese voto de censura justificado en el deseo de una parte del mencionado “Parlamento”.
Tras varios días de recogida de rúbricas llegó la fecha límite y se procedió al recuento para descubrir un total de 20.687, de las cuales 19.380 resultaron válidas. Este registro fue presentado y ahora desde el FC Barcelona aseguran que una parte de todas ellas son falsas como recurso para dilatar el avance del proceso natural de esta moción de censura.
Qué se puede esperar ahora
Desde la tranquilidad que les da el amplio margen de firmas que han obtenido, Jordi Farré y el resto de promotores de esta iniciativa esperan que la justicia resuelva a su favor las acusaciones de falsificación de firmas para avanzar y alcanzar el siguiente paso: convocar unas elecciones y votar. Un referéndum abierto a la totalidad de los socios azulgranas en el que la pregunta sería algo similar a “¿Está usted a favor de la moción de censura y, por ende, la destitución de la junta directiva actual del FC Barcelona?, pero en catalán seguramente.
Para que esta propuesta siguiese adelante se tendrían que dar dos requisitos indispensables. El primero es que al menos un diez por ciento del total de los socios azulgranas ejerciesen su derecho a voto y, una vez esa premisa se hubiese cumplido, dos tercios de todos los votantes, es decir, un 66,7%, estuviese a favor de la moción y destitución de Bartomeu.
Si todo este proceso se llevase a cabo de la manera prevista y correcta, y todos los pasos fuesen cumpliéndose hasta llegar a la aprobación de la moción de censura, entonces la junta directiva que lidera Josep María Bartomeu sería cesada de sus cargos. Entonces se conformaría una Junta Gestora que se haría cargo del club provisionalmente hasta la celebración de unas elecciones. Un nuevo referéndum que tendría lugar entre los próximos 40 y 90 días.
Bartomeu está en la cuerda floja
El mandato de Josep María Bartomeu y su corte finalizaría el próximo 30 de junio de 2021, aunque el propio presidente ya había convocado elecciones el fin de semana del 21 y 22 de marzo. Pero ahora aparece un nuevo escenario con alguna alternativa más, pero las opciones del presidente para seguir según sus previsiones son escasas.
La primera idea de la directiva del FC Barcelona ha sido impedir que la moción de censura llegue a buen puerto con ese recurso a la justicia alegando que existe una falsificación de firmas, lo que retrasaría el proceso e incluso podría interrumpirlo por completo si se confirma. La segunda, si esta vía no prospera, es esperar y confiar en que o bien no se presente el diez por ciento de los socios o no se alcancen esos dos tercios de personas a favor.
La tercera opción, que un día cobra fuerza y otro parece descartada por la directiva, es la dimisión para evitar ser el primer presidente del FC Barcelona que es cesado por sus socios. Lo que está claro es que el próximo 2021 habrá elecciones en la cúpula azulgrana, ya sea por la destitución o la dimisión de Bartomeu o por la convocatoria del propio presidente.
