La autocrítica de la plantilla luego del choque en Champions ha sido por lo bajo en las aspiraciones futuras
FC Barcelona ha ganado su partido ante el Slavia de Praga, un rival que en el papel debió mucho más accesible de lo que en realidad fue. Fuertes en defensa, ríspidos en los duelos y muy propositivos en ataque, plantaron cara al líder y máximo favorito a llevarse el grupo. No fue una tarea propiamente sencilla, de la cual ha costado bastante asimilar.
Así lo han dejado ver las vacas sagradas del club según ha mencionado un periodista de un programa bastante famoso en el país. Asegura que varios de los protagonistas han dicho que con ese nivel es evidente que no ganarán la Champions, aunque sin mencionar nombres. Pero puestos en contexto, quienes atendieron a los medios fueron los mismos de siempre: Messi y Luis Suárez.
La preocupación es redonda, cayeron en el juego del rival, que incluso y bajo cualquier pronóstico terminó metiendo en un arco a un equipo que por la riqueza individual de sus jugadores, no debería pasar afugias tan profundas. Les remató igual cantidad de veces al arco de Ter Stegen (7), y hasta en el conteo general de remates generales se vieron muy superiores.
Valverde es el máximo responsable
Y es que si algo preocupa más allá de lo visto en el campo, es que al equipo se le ve sin identidad, y hasta ha perdido en su totalidad, aquellas cosas que le hacían resaltar por sobre los demás. Sin el control de la pelota en el medio para avanzar en base a la posesión, al FC Barcelona se le ve preso de las transiciones, cosa que no ha sido jamás su marca registrada.
Frente a Eibar les salió al pie de la letra, esperar la propuesta del rival para contra atacar les hizo tomar la punta de LaLiga. Pero cuando sucede lo contrario se les ve sufrir, incluso, se les ve sin ideas para sobre ponerse como antes. Y ahí, el señalado es Valverde, al entrenador le culpan de la pérdida de estilo y de la ausencia de respuestas desde el trabajo en la semana.
Un panorama bastante complejo y del cual la afición empieza a opinar cada vez más fuerte. El cabreo al interior es evidente, y hasta se ha podido saber que los más grandes empujan a la auto reflexión para corregir en el momento justo. Al FC Barcelona no le pueden pasar por encima, y el capitán y segundo capitán han decidido tomar la vocería ante la falta de peso del entrenador. Preocupante.
