Los últimos acontecimientos le tienen en una postura bastante desfavorable ante la presión del capitán
El último partido para el FC Barcelona ha significado no solo el triunfo, sino que vale un boleto a la ronda final de la Liga de campeones de Europa. Todo un acontecimiento que ha hecho sus migas al interior del club que ahora mismo ve con optimismo el futuro. Lisboa les espera, pero es cierto que al tiempo van a ir moviendo algunos temas de interés general.
Uno es el presente en cuanto a rendimiento. Messi una vez más ha dado cátedra de su valía, y de ahí en más hubo algunos puntos altos. Pero Antoine Griezmann sigue muy perdido, no rinde, y pese a las variaciones tácticas sigue sin ser un jugador de mucho peso en club. De ahí la sentencia, el capitán al parecer se ha puesto duro y le ha planificado un futuro negro.
La muestra del juego ante Nápoli le han dejado en la cuerda floja
El francés de 29 años salió claramente molesto, no se sabe si con su entrenador, o consigo mismo luego del pálido encuentro entregado. Su nivel está lejos de ser el nivel del Atlético, donde brillaba cada semana por sus enormes gestas. En el Camp Nou hundido por su mentalidad, ha sucumbido y ha contagiado con ello a sus compañeros.
Se valoran algunas opciones con su nombre, más allá del momento y de lo crudo que está el mercado en este instante. Manchester United y el PSG siguen a la espera, y consideran que con 100 kilos será suficiente para sacarle al principito al FC Barcelona, que cuando le fichó lo hizo con 20 millones adicionales a esa oferta.
Sin Griezmann las opciones por Neymar vuelven a posicionarse muy alto
La idea de vender al campeón del mundo no podía ser otra, contratar al que fuera su estrella durante unos años, el brasileño del PSG Neymar. Es el viejo deseo de Messi, que ve en su juego, algo mucho más acorde a la filosofía del club y su manera de enfrentar los retos. El talento del ex Santos es la prenda de garantía que pretenden tener, para volver a la élite y pelearle al Real Madrid los títulos.
La primera tarea del club ha de ser convencer a Griezmann de abandonar las filas blaugranas, un tema que no se prevé para nada sencillo, ya que ha manifestado un reto personal como argumento en cada momento. Josep María Bartomeu está al tanto, y se antoja previsible que con la pasta en la mano se pueda dar. Veremos.
