Juega en otra posición y es mucho más barato, aunque refleje excesos notorios
Cada día que pasa es para el FC Barcelona, una nueva ventana al escenario mundial con noticias estremecedoras. Hoy, más allá de las necesidades inmediatas, asalta un tema que tienen entre ceja y ceja, y es la del defensor central que supla la segura ausencia de Samuel Umtiti. Como era de esperarse, Messi ha intervenido, y ha dejado a consideración de sus jefes, un nombre que a priori rompe todo esquema, el de Aymeric Laporte.
El francés del Manchester City es solo por detrás de Virgil Van Dijk, el mejor central de toda la Premier League. Sus cualidades pese a su grave lesión, le han permitido mantenerse en la alta esfera, y ahora lo revalida tras su regreso a la competencia. Con Guardiola ha ganado mucho, incluso más de lo que ya acarreaba tras su irrupción sagrada en el Nuevo san Mamés.
Elegante para jugar, rápido, fuerte en los duelos y muy consistente, hace ver al Barcelona que es el indicado para reconstruir un proyecto que está en serias dudas. Piqué necesita descanso, ya ha cumplido 33 años, y Lenglet tampoco es que sea el referente de seguridad. Messi lo ha pedido pese a los 80 millones de euros que esperan en Manchester por su mejor defensor.
Bartomeu sigue con la soga al cuello ahora con Laporte asomando
Las finanzas del club vienen en caída libre, y ahora es de los grandes, el que menos margen de maniobra tiene. Curioso, pero real, si quieren enfrentar el fichaje de Laporte deberá ser en verano, y a merced de las peticiones y posibilidades que se tengan en relación al jugador mismo. Bartomeu sigue sin dar pie con bola, y la labor de Abidal no es que le soporte mucho.
El capitán está harto por completo de las maniobras débiles, quiere concretar un equipo fuerte y para ello necesita de los mejores intérpretes. Sabe que Laporte es de los centrales más técnicos del mundo, y para su estilo de juego es necesario contar con él. Llamado a ser el nuevo referente de la Francia campeona del mundo, solo espera su llamado para la Euro tras perderse algunos juegos por su delicada recuperación.
Para los ingleses este no es que sea el motivo de mayor preocupación, pues son consientes que la economía no juega de su lado. Están contextos con Laporte y Guardiola aconseja sostenerle. Ya de ahí en adelante es potestad de los directivos, y si encuentran las vías necesarias con tal de darle moldura a un proyecto que por ahora se va a deriva.