No va a esperar más, lo quiere y lo necesita ahora mismo
Un duro resultado para el FC Barcelona le ha significado entregar de manera indiscutida LaLiga a manos del Real Madrid. Derrota ante Osasuna, en el Camp Nou y con un hombre más, ha hecho ver que así de crítica es la situación, la misma que a la postre ha cerrado con unas declaraciones de Leo Messi muy contundentes tras el compromiso.
El astro argentino no aguanta más el comportamiento grupal, y es evidente que no quiere ver ni en pintura, ni a Quique Setién, y mucho menos a Eder Sarabia. El equipo ha ido en clara involución, dejando como resultado que cada día se le vea más plano, con fisuras defensivas evidentes y además con una falta de actitud muy contrastada con lo que se estaban jugando.
Todo resta, nada suma, lo que lleva a considerar que es el momento indicado para lanzar la mención
Con la Champions a la vuelta de la esquina, el líder y capitán ha sido contundente, no quiere más este cuerpo técnico que no ha entregado más que malas noticias. En su lugar busca un grupo de trabajo serio, que les garantice cambios inmediatos y que tenga de su lado la facilidad de sumarse ya mismo al plan del club.
Ese no es otro que Massimiliano Allegri. El italiano está sin club tras haber pasado varios años al frente de dos escuadras de enorme nivel, el AC Milan y la Juventus de Turín. En ambas ganó la Serie A, y en la última estuvo dos veces a punto de llevarse la Champions. Es el típico entrenador trabajador, táctico y ganador que ellos necesitan. Lo quiere ahora, para que estos 20 días pueda preparar el choque ante Nápoli y les de el margen de seguir avanzando.
Allegri es la salvación para no pasar la peor vergüenza de los últimos años
Perdida LaLiga, eliminados de la Copa del Rey a manos del Athletic de Bilbao, y eliminados de la Súpercopa de España por intermedio del Atlético de Madrid, solo les queda vivo el sueño continental. Perder la Champions les haría pasar una temporada en blanco, un hecho que no se veía hace mucho tiempo.
De ahí que se entiende el llamado urgente, teniendo como primera instancia cesar a los posicionados que se rehúsan al hecho. De hecho, en las declaraciones post partido, Setién afirmaba que no le gustaría irse, aunque admite que esas son decisiones corporativas. Todo parece muy esclarecedor, y como pinta el contexto, va por el camino correcto. Veremos qué apuntan al final de todo.
