No hay nada qué hacer, el capitán ha hablado y cuando eso sucede las órdenes se cumplen
Cuando a la pulga, Leo Messi se le mete algo en la cabeza, pocos parecen tener el poder de enfrentar sus pensamientos con acciones decisivas. Lo último en este sentido tiene que ver con un descarte del FC Barcelona, Philippe Coutinho, jugador que ha acabado su cesión con el Bayern de Múnich y tendría todo acordado para regresar a las filas culés una vez se reactive la normalidad en el deporte.
Su incapacidad para asumir los retos, además de su fragilidad para solventar las exigencias que tiene el club a través de la presión de la afición, le hacen colocarse en un sitio muy delicado que el mismo capitán señala como inapropiado. Todo responde a un mismo fin, le quiere fuera y ya que el fracaso financiero es terrible, lo de Coutinho no es que ayude mucho propiamente.
Proclamado como el peor negocio de la historia en la instución, a Coutinho nada le sirve para mantenerse a tono con las exigencias de sus jefes. De los 160 kilos que pagaron, hoy nadie llega ni a la mitad, el valor fijado para este momento del mercado. Varios equipos de la Premier están tras sus pasos, pero como se ha dicho, 60 parece ser la cifra más alta a la que están dispuestos a llegar.
Coutinho no va más allá de ser puesto como intercambio o venta a la baja
Es una situación que los tiene desesperados a todos, es más, es una situación compleja porque de ello depende y mucho el plan de consecución de los recursos de cara a los objetivos del verano. Tanto Neymar como Lautaro Martínez están muy cerca desde el punto de vista acuerdo, dejando como item final la masa monetaria como punto de solidificación.
PSG en ese orden de ideas es el que ha estado más cerca de concretar favores, pues estarían dispuestos a aceptarlo en lugar de Neymar, pero por cifras irrisorias, cosa que en Catalunya no se plantean. Messi por su parte les ha enviado su percepción y ha dicho que es el momento, pues como van las cosas seguirá perdiendo valor y con esta para sin duda las afectaciones pueden ser incluso mayores.
La otra solución es brindarle una posibilidad de cesión en un club que piense en él, siempre manifestando que la recuperación de su nivel sea el concepto más indicado. Si esto no se logra la pérdida será impresionantemente alta, y las críticas por las gestiones de la directiva irán de igual forma en alza.
