Toda la opinión ha caído encima, y han delegado culpas a las piezas más débiles en la humillante derrota de ayer
El resultado del día de ayer no fue más que el reflejo de un equipo anímicamente diezmado, sin la convicción de antaño, y caído desde todo punto de vista en el tema deportivo. No es ni el reflejo del club que lo ganó todo bajo la era de Guardiola, y mucho menos el que venía impulsado tras las declaraciones de Arturo Vidal en la previa.
Les ha pasado un camión encima, que les ha apabullado y les ha metido de paso 8 goles, 9 si se cuenta que uno de los tantos del Barça lo ha hecho el mismo David Alaba. De ahí que salgan todo tipo de conclusiones, desde negativas, pasando hasta situaciones mucho peores que ello. Un total de 5 jugadores han recibido la peor clasificación posible, y se han puesto en la lista solos de los descartes del club para el verano que ya prospera.
La gente empieza a pedir cabezas, y algunas son muy grandes
Una situación tan crítica no podía haber pasado desapercibida, eso es apenas lógico, es por eso que se entiende la petición de partida de algunos elementos, que ayer se han visto peor que en toda la temporada. Ellos son: Luis Suárez, Ivan Rakitic, Arturo Vidal, Samuel Umtiti y Jordi Alba. Seriamente comprometidos en la puesta en escena, no han quedado dudas, y la gente sin piedad ha saltado a exigir respuestas.
Luis Suárez anotó el único gol del Barça en la penosa noche lisboeta, pero eso no ha sido suficiente, se ha visto apagado y sin nada de inventiva. Rakitic ni siquiera ingresó; Vidal se dedicó a pegar y a ver pasar como unas balas a los dinámicos activos alemanes; Umtiti sigue postrado en el oscuro manto de las lesiones; mientras que Jordi Alba ha dejado en evidencia su bajísimo nivel.
La crísis deportiva se ve mucho más agudizada por la economía delicada que se tiene en este instante
A este bochornoso acto, se le deben sumar muchas cosas, una de ellas es que el club se ha quedado por primera vez en mucho tiempo con las manos vacías. No levantó un solo trofeo esta temporada, y aparte de todo, ha dejado una imagen que seguramente vivirá en el recuerdo de su gente y en el contexto general insertado por quién sabe cuánto tiempo.
Pero aparte de eso la economía es un tema preocupante. No hay dinero para costear una reestructuración, y mucho menos hay dolientes para sus jugadores salientes. La crísis de la pandemia les ha dejado un déficit de 300 millones de euros, que en este momento atacan por todos los frentes al club y su presidencia. Cada día se ve peor el asunto, y rodarán cabezas, eso es seguro.