Un globo inflado con dudas
Joan Laporta ha vuelto a sorprender al panorama futbolístico con un nuevo intento de maniobra financiera que promete más espectáculo que resultados concretos. Según las filtraciones recientes, el presidente del FC Barcelona asegura tener casi cerrada una operación de 40 millones de euros con Spotify, que ayudaría a cubrir el impago de Barça Studios. Este acuerdo está condicionado a la aprobación de LaLiga, que permitiría al club aportar los 60 millones restantes a partir de septiembre.
Estrategia y sospechas
La venta de Barça Studios, rebautizado como Barça Vision, ha sido un tema recurrente y problemático para Laporta. Este proyecto, que incluye la comercialización de productos digitales como fan token, el metaverso y NFT, no ha generado las expectativas económicas previstas. Por ejemplo, la venta del NFT de Cruyff resultó en una multa por no advertir sobre la volatilidad de su valor, y la compra del NFT de Alexia Putellas fue una especie de autocompra, lo que no puede contarse como un ingreso legítimo.
La situación es complicada. La marca Barça Media debía convertirse en el producto estrella del año en el Nasdaq de Nueva York, con un valor de cotización de salida de 1.000 millones de dólares. Sin embargo, tras varios meses de espera y pérdidas de los inversores atrapados en una SPAC radicada en las Islas Caimán, el propio Nasdaq ha admitido que considera poco probable el éxito de este proceso, a pesar de haber concedido una prórroga hasta noviembre.
Sin embargo, Joan Laporta ya ha vuelto a inflar el globo en la previa de una reunión de su junta directiva, convocada para hoy, sobre la que se habían proyectado grandes expectativas en el ámbito económico y financiero, entre ellas el cierre del contrato de renovación con Nike, que ha caído hace días, y la exitosa culminación de negociaciones con inversores interesados en cubrir los 100 millones del agujero de Barça Studios. Al respecto, la evolución de esa tan buena y esperada noticia ha ido sufriendo matices, por no hablar de una degradación, empezando por la sustitución de los inversores especializados por patrocinadores amigos que la junta habría intentado convencer para ampliar su participación y peso en la explotación de los activos del club.
LaLiga cómplice
Se ha sabido que Laporta le ha intentado colar a LaLiga de Javier Tebas un aplazamiento del ingreso de 60 de los 100 millones pendientes a primeros de septiembre. Es decir, que le deje fichar 1:1 en la puerta del mercado de verano de fichajes sujeto al compromiso de aportar 40 millones antes del 30 de junio, acompañado de un cierre con beneficios ordinarios, y la promesa de que en septiembre aparecerá el resto.
La prensa oficialista le ha dado pábulo a este escenario y ha afirmado, sobre filtraciones desde la junta, que el amigo dispuesto a echarle una mano no es otro que Spotify, patrocinador principal de la camiseta, de la mano de Darren Dein, el no menos popular comisionista de una operación que sigue siendo opaca porque la junta de Laporta le firmó una cláusula de confidencialidad. Spotify compraría acciones de Barça Vision por 40 millones, lo que hace sospechar que, como ocurrió con Orpheus Media y Socios.com, se trata de más fuego de artificio, una operación de camuflaje que, si se confirma, contendrá una contraprestación añadida a favor del patrocinador que ya posee los naming rights del estadio y el frontal de la camiseta, así como un nulo interés en arriesgar fondos en el inoperante negocio azulgrana de Barça Vision.
Esta es la información hecha circular en las últimas horas con dos salvedades sospechosas. La primera, que el acuerdo podría anunciarse tras la reunión de la junta de hoy, si bien la firma del acuerdo podría cerrarse y consumarse después del 30 de junio, con permiso de LaLiga, y se supone que habilitada por las tragaderas balleneras del auditor, Grant Thornton, si es que sigue en pie y resistiendo las barbaries financieras y contables del laportismo más allá del cierre de este ejercicio. La segunda, que también habrá que esperar la validación de LaLiga de toda esta estrategia de diferimiento del cobro de un impago de 40 millones (Libero), que se arrastra desde el 15 de junio de 2023, y del acumulado de los 60 millones vencidos del pasado 15 de junio de este 2024.
El matiz es importante porque varios clubes de la liga empiezan a estar mosqueados con la posibilidad de que al FC Barcelona no se le esté aplicando el mismo rigor en el cálculo del margen salarial que al resto, especialmente porque la palanca de urgencia de Barça Studios en el verano de 2022 sirvió para poder inscribir la remesa de fichajes de Lewandowski y compañía, base del equipo con el que Xavi ganó la liga 2022-23. Las primeras voces que acusan al Barça de dopaje financiero se empiezan a escuchar en el entorno del fútbol español a la vista de la ausencia de inversores y de la no consumación de la venta de Barça Studios por 200 millones, sospechando que todo fue un truco y un engaño, pura especulación financiera.
Finalmente, las fuentes más próximas a la junta de Laporta confirman que, incluso en el caso de que aparezcan los 40 millones a tiempo, el Barça tampoco podría recurrir inmediatamente a fichar bajo la norma 1:1. Es tan probable que así sea como que la prensa oficialista presente este nuevo desaguisado económico y financiero como otro éxito de Laporta, como siempre al límite. A ver qué nueva película produce hoy Barça Studios, cada vez más especializada en el género de la ciencia ficción.