El presidente de la institución catalana se ha metido en camisa de once varas y todo indica no saldrá bien librado
Un presente como el que está viviendo el FC Barcelona hace prever una serie distinta de análisis. La primera, a nivel deportivo, que es lo más sobresaliente, y de ahí en más, un acumulado directivo que mete en la misma línea tanto a Laporta como a Ronald Koeman. Y es que el presidente recién elegido ha decidido ratificar en el cargo al entrenador neerlandés.
Pese a todas las críticas, el mandatario ha salido públicamente a sostener a su cabeza del proyecto deportivo. No le pone en peligro el resultado de este día domingo ante el Atlético, que es un partido demasiado peligroso para ellos. Ha dicho que merece un margen, pues sobre todas las cosas es un barcelonista, y ha pisoteado la opinión de la gente han dicho los internautas en las diferentes redes sociales.
Las palabras de Laporta en respaldo a Koeman han sido la comidilla de la opinión en la actualidad
Por curioso que parezca es una realidad a la que la gente en Cataluña deberá adaptarse. Esta junta directiva ha ido asumiendo roles y aunque no es del agrado de muchos, es la realidad que les toca. El gran problema es que el equipo no responde, y los planteamientos parecen una burla a lo que siempre mostró el equipo en todos estos años.
Una nueva humillación en la Champions League marcan un precedente, que le dejan último, sin puntos y -6 en el gol diferencia. Y si eso fuera todo, ha despedido a García Pimienta, lo ha dejado fuera del proyecto, eliminando una de las pocas cabezas lúcidas en el trabajo de las divisiones menores. Son todo desaciertos, de hecho, con mucha implicación hacía la afición.
La gente empieza a considerar presión en contra del mandatario
Desde la perspectiva de culpabilidad el aspecto económico podría ser determinante, pero existe una acusación que por dinero no va el tema. El club si bien no nada en los millones, creó una fortuna que es la que le va a dar respiro para trabajar en invierno. De manera que todo va a ir inclinado a exigir la renuncia de Laporta, que no ha hecho más que ilusionar sin sentido.
Sin Cruyff no funciona, y sin Messi en la cancha no hay credibilidad. Si bien Bartomeu destruyó internamente al club, Laporta no ha hecho muchos aportes al respecto, y es cada vez más inestable el asunto. Muchas dudas que tienen a los aficionados entre la espada y la pared, y en medio de la desesperación por ver a su equipo en un sitio donde jamás pensaron llegaría.
