Se trata de una figura descollante de una selección poderosa en Europa
Lautaro Martínez está cada vez más en duda para el FC Barcelona en esa visión de refuerzo en atasque para la siguiente temporada. Sus posibilidades pasan exactamente por las comodidades económicas del club, a las que en este instante no hay que lanzarle muchas conjeturas debido a su delicado presente. Así que puestos en este contexto, a los culés no les ha quedado de otra que empezar a barajar con las alternativas, y estas se reducen a una sola, Timo Werner.
El delantero del RB Leipzig es uno de los puntas de mejor y mayor trascendencia en la actualidad en el mundo. Sus cifras goleadoras y poder de influencia en lo que respecta a su desempeño en el club son demasiado altas. Motivo de paso para empezar a ver con mayor detenimiento este hecho, y lanzarle el grado de relevancia que necesita.
Se entiende que las complicaciones en el caso del argentino se derivan a ese simple punto, más allá de que Messi sea uno de sus principales mentores. Un valor de 111 millones de euros los separa, y eso que se cuenta con un periodo de gracia de solo 15 días. Por tal efecto los 60 que equivale el pase del alemán se ajustan mucho más a las medidas.
Werner no recibe bien el llamado
No obstante, las cosas no son como parecen, y más allá de tener un nombre que soporte cualquier gestión, al FC Barcelona se le juntan muchas cosas en contra. Una de ellas es que el jugador ha hablado, y ha dejado en claro dónde quiere o dónde pretende migrar una vez ponga punto final a su gestión en la sorpresa de la Bundesliga.
Werner desea jugar en la que es considerada, la Liga más competitiva del mundo, la Premier League. Para ello y para sustentar este pensamiento tiene en este instante al menos dos opciones ya oficializadas, la del Liverpool de Jürgen Klopp, y la del Chelsea, el último en aparecer en escena.
Lo de Barcelona lo ve como un hecho aislado, que no se puede dejar de lado pero al que no le delega tanta relevancia como se esperaba. Un golpe sin duda a la zona más baja de Bartomeu, que puesto en la tarea de perfilar la conveniencia se queda con un solo nombre en su radar, el de Neymar.
