Sin excusas, Flick admitió que el mal rendimiento fue constante, más allá de incidentes puntuales como la expulsión de Casadó o fallos individuales
Hansi Flick no se anduvo con rodeos en la rueda de prensa posterior al empate de su equipo en Balaídos. El técnico alemán, visiblemente molesto, reconoció que el rendimiento estuvo lejos de lo esperado. “No han sido los últimos diez minutos, hemos hecho realmente un muy mal partido”, afirmó, dejando claro que los errores fueron una constante durante todo el encuentro.
El control del balón fue uno de los grandes problemas que identificó. Según Flick, “tuvimos muchos errores, no tuvimos confianza con la pelota”, lo que provocó que el equipo no lograra imponer su estilo de juego habitual. Además, dejó claro que no planeó los cambios basándose en las tarjetas amarillas. Para él, “los cambios se hacen por rendimiento, no por situaciones puntuales como una amarilla”. Esta frase resumió su visión sobre la gestión del equipo durante el partido.
Un mensaje directo al equipo: “Esto no es lo que queremos, pero debemos seguir”
El técnico también habló con honestidad sobre el impacto emocional del empate. Aunque el resultado no fue positivo, Flick insistió en que este tipo de situaciones forman parte del fútbol y que el equipo debe “mantenerse derecho y seguir adelante”. Sin embargo, no ocultó su descontento. “Hicimos un punto de seis, y nadie está contento. Todo el mundo puede jugar mejor”.
Sobre la expulsión de Casadó, Flick evitó usarla como una excusa. “Todo el mundo decía que Balaídos era un campo difícil, además había viento, pero no es una excusa. Es un tema de concentración”, explicó, subrayando que la derrota se debió más a fallos colectivos que a incidentes puntuales. Para él, ganar siempre implica mantener el foco, algo que esta vez faltó.
Errores colectivos y un análisis contundente del rendimiento
Al ser preguntado por si la tarjeta roja o un error de Koundé fueron decisivos, Flick fue claro, “Ha sido una consecuencia de todo el partido. Muchos errores, malos pases, malas decisiones” En su análisis, el empate fue el reflejo de un rendimiento general pobre que dejó a su equipo con sensación de haber perdido dos puntos.
Finalmente, dejó un mensaje directo y contundente, “Cuando no juegas al cien por cien, no puedes ganar. Es tan fácil como esto”. Estas palabras resumen la autocrítica de un entrenador que sabe que su equipo está lejos de su mejor versión. Para Flick, la clave estará en trabajar duro para corregir los errores y devolver al equipo a su nivel habitual.
