La hecho por Piqué ha traído consecuencias mayúsculas en la interna de la plantilla
Se ha desvelado una polémica en el FC Barcelona en las últimas horas. Un medio bastante arraigado al seno del cuadro blaugrana ha filtrado una información que Gerard Piqué ha calificado como negativa, afirmando que desde la cúpula directiva se prestan para desvirtuar ciertos jugadores, entre ellos él, con procedimientos que no se han comprobado del todo aún.
En el citado texto se dice que fue el propio Piqué el que tiró abajo la posibilidad de fichaje de Mattihjs de Ligt. Según el comunicado, el veterano defensor central coincidió en sus vacaciones de verano con el zaguero ex del Ajax en las Bahamas, y fue allí donde metió presión para que éste no terminara aceptando la oferta que estaba bastante avanzada.
El argumento empleado fue intimidación en base a la influencia dentro de la plantilla, justo como sucedió en el caso de Iñigo Martínez. Esto acabó espantando a un prometedor jugador del equipo que seguramente habría sido eje fundamental de la renovada defensa del FC Barcelona. Producto de ello, De Ligt terminó firmando por la Juventus de Turín en un acto que a día de hoy aún se lamentan en Can Barça.
Bartomeu a punto de estallar
El descalabro ha sido mayúsculo, Josep María Bartomeu no concibe la idea de lo que ha pasado y al parecer tiene trensada una disputa con el campeón del mundo con España en 2010. El mandatario cree que de haber logrado el fichaje del tulipán habría servido para bajarle los humos a Piqué, dejándole en el banco y de paso menguando las entradas a la opinión con la vehemencia con las que suele hacerlo.
Por el momento la situación ha quedado ahí, pero la tensión adentro crece, y no sería extraño empezar a ver repercusiones a futuro con este tipo de detonantes. Piqué con 32 años y un accionar poco favorable cada vez más, le da motivos a sus jefes de relevarle cuanto antes, y más con este tipo de movimientos que alteran la salud deportiva e institucional de todo el club.
Un capitulo más en la pifiada entrada a los micrófonos de Gerard Piqué, tan cuestionado por ese tipo de actos más que por sus intermitentes apariciones con el balón en los pies. Barcelona se prepara para enfrentar su segunda salida en la Champions, torneo que trae entre ceja y ceja esta temporada como objetivo central para dejar atrás los malos momentos del pasado.