Sus actos en el clásico no han caído bien entre la afición del FC Barcelona
Al FC Barcelona las noticias negativas le han caído todas en mazo. La derrota, la pérdida del liderato y ahora las críticas al segundo al mando, le han hecho generar un ambiente tenso. A Eder Sarabia le han salido caras sus intervenciones, más que nada a los jugadores cuando estos estaban dentro del campo tratando de encontrarle la vuelta al juego en el Bernabéu frente al Real Madrid.
Muy extraño fue ver como era él y no Setién el que repartía instrucciones para el compromiso, mucho más cuando lo ha hecho con Messi para re ordenar un poco la defensa y así sacarla del fondo. Son acciones que no están bien vistas, pues es casi como una costumbre intratable. Sus fogosas intervenciones han sido tomadas de una forma peculiar, y tal como afirman algunos medios en redes, la petición de su despido es parte de la escena misma.
Y si se ve este tipo de actos como un hecho repulsivo, habrá que ver que no es algo nuevo para él, ya lo había hecho en Las Palmas y recientemente en el Betis. Es mucho más activo que Quique y se ve muy compenetrado con su trabajo y los deberes para con el club. Pero no es todos los sitios cae bien, esta vez le han hecho saber que su labor está en otras zonas y momentos.
Si a Sarabia le llueve, a Setién no le escampa
Esta amenaza de despido no es individual, es colectiva. Todo indica que las gestiones de Setién hasta el momento no están siendo bien aceptadas. No se soporta el hecho de haber sucumbido sin reacción, y sometidos al estilo de un rival que en la historia reciente no pudo plantarle cara a la magia de la riqueza de la plantilla culé.
Detrás vienen presionando para que Setién solo se quede hasta el verano, y con postulaciones en mano quieren solventar la crisis con un hombre de peso, ese es Ronald Koeman. El holandés tiene todo casi listo, y en verano espera le hagan el contacto oficial. Acabada la Euro y tiene todo perfilado para ser entrenador culé, ese es un hecho.
Bartomeu no deja de moverse, ya ha llamado al corte a sus trabajadores para intentar poner calma al asunto, y a Setién para intentar manejar el caso con mucha cautela. Se viene el juego de vuelta en el Camp Nou ante el Nápoli, y en sus manos tiene la enorme oportunidad de seguir atacando sus peticiones, ganar la Champions. Hay que ver la reacción cómo se da y en qué términos.