Corría el año 1983, un 24 de Septiembre para ser exactos. Se enfrentaban el posiblemente mejor Athletic de Bilbao de la historia reciente contra el Fc Barcelona en San Mamés.
En el minuto 58 de partido llegó Goikoetxea corriendo para intentar frenar al jugador más habilidoso que hasta la fecha había pisado un campo de fútbol, un joven llamado Maradona. Diego había costado más de 1.000 millones de las antiguas pesetas convirtiéndose en el fichaje más caro de la historia hasta el momento. Goikoetxea llegó muy tarde y muy fuerte, y lo inevitable sucedió. El primer diagnóstico fue muy preocupante, rotura de ligamentos exteriores del tobillo. La cosa se agravó cuando, además, se le detectó una fractura del maleolo. Tras la cirugía, el K.O. duró tres meses.
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