Tras la reunión de ayer, las decisiones han sido aplazadas hasta una nueva orden
La directiva del FC Barcelona, en una conformación parcial se ha reunido el día de ayer con aras de afrontar un problema conocido bajo el manto del escándalo de las redes y su manipulación. Josep María Bartomeu, cabeza visible del gabinete ha decidido enfrentar el toro por los cachos, centrando su atención en primer lugar con los reguladores financieros del club.
Durante horas estuvieron envueltos en una charla intensa que buscaba sacar conclusiones evitando la fuga inminente de algunos miembros producto de la presión mediática. Todo responde al manejo indebido de la compañía prestadora del servicio, I3 Ventures, llegando a tergiversar ciertos datos exponiendo públicamente a jugadores, directivos y miembros de la oposición.
El punto central de motorizar las redes ha sido solo una excusa, finalmente se han emprendido campañas de desprestigio que incluso han llegado a tener amenazas por el emprendimiento de acciones legales. Allí estuvieron presentes: Jordi Cardoner, Jordi Moix, Enric Tomàs y Emili Roussaud, los cuatro vicepresidentes de la entidad culé.
Una de las amenazas era la de precipitar la convocatoria a elecciones naturales, que deben ser consensuadas en su totalidad por la junta directiva que se reunirá este viernes. La reunión como se viene aclarando hace varias entregas, se dará bajo el manto de la informalidad, fuera de las oficinas del Camp Nou.
Todo queda expuesto de esa manera, y ya depende en su congruencia de la junta completa el hecho de tomar las decisiones pertinentes. Josep María Bartomeu atraviesa una crisis real y certera, podría estar ante su última estancia comandando las vías totales del club, justo antes de lo previsto. Tensión, y los jugadores esperan una respuesta.