La nueva dirección técnica tiene sus prioridades bien marcadas y exige un baluarte del futuro en el cuarteto posterior
Lo que tuvo que vivir el FC Barcelona la temporada inmediatamente anterior fue un punto de partida absoluto. El club reflejó sus malas decisiones institucionales al quedarse sin nada, y al exponer la peor cara de los últimos tiempos tras caer eliminados en Champions y ante el campeón vigente por 2-8.
En ataque fueron una vez más un equipo contundente, que todo lo tiene que llevar de la mano de Leo Messi y su inventiva. Pero en defensa se mostraron terriblemente, y no por falta de cohesión sino muchas veces de calidad. Eso ha llevado a Roanald Koeman a tener que meter mano pronto en el tema, y presionar por un nombre que viene merodeando el caso, Eric García.
Todo parece servido, más allá que falte lo más importante, la firma
En este sentido el club ha querido mantener un buen posicionamiento en la situación. Con Eric García saben que tienen de su lado la disposición del jugador y el término de su contrato, aunque no así las exigencias de los citadinos. El cuadro británico ha establecido que para dar salida al defensor catalán de solo 19 años, se les tiene que abonar 25 millones de euros.
Teniendo en cuenta la situación actual y la proyección de la presidencia de Bartomeu pagar ese monto no es ni siquiera un asomo. Ellos pretenden rebajar esta cifra y para ello se pegan del item legal. Al faltarle un año de contrato esa suma debería verse negativamente afectada, ya que si no le firman ahora podrían correr el riesgo de perderlo a coste cero una vez acabe la temporada que viene.
El deseo de Eric García es crecer al lado de su ídolo: Gerard Piqué
Regresar a España y mucho más al club que le formó como profesional ha sido siempre su punto de referencia. De hecho en repetidas oportunidades lo ha afirmado, y lo ha dejado a consideración de la opinión pública. Eric García es un defensor con muchas cualidades, en el que el país entero tiene sembradas muchas esperanzas para seguir creciendo de atrás a adelante en ese fútbol que todos pretenden juegue la selección.
Pep Guardiola lo tiene en un pedestal y al acumular tantas sensaciones positivas con el ADN del club, es que ahora en Catalunya se están fijando tanto en él. Tiene salida limpia, es muy aplicado en su labor y colabora en la construcción. Además de la intensión ha afirmado que admira mucho a Piqué, y que su deseo es seguir aprendiendo de él. Está todo ahí, las necesidades son defensivas, así que a Lautaro y a Depay les tocará esperar un poco más.