Preocupación y un estado de alerta encendido por parte del club y sus opciones a futuro en la máxima competencia europea
Luis Suárez ha sufrido una pequeña recaída en sus dolencias de la pierna derecha. Es la misma zona en la que se ha tenido que ver obligado a entrar al quirófano, en dos ocasiones y con respuestas un tanto dispares. Este día miércoles se ha entrenado, pero a diferencia del grupo solo junto a Griezmann que también va recuperando forma tras una molestia en el cuadriceps.
Existe mucha preocupación, y de hecho esa es una de las grandes alarmas encendidas esta semana dentro del seno del grupo. El pistolero es un jugador que responde independiente de sus dolencias, lo tiene en su ADN y por tanto es tan relevante en el rendimiento general del equipo. Perderlo sería catastrófico, pero el tema va incluso mucho más largo.
La Champions está presente, y la dirección deportiva ya planifica las posibilidades
La única competencia vigente para el cuadro catalán es su mayor deseo. No van a dar por resignado nada, y en tanto tengan posbilidades han admitido ir a por todo. Por eso les preocupa Suárez, que seguramente podrá estar a punto para el crucial duelo de vuelta, pero nadie asegura que de ahí en adelante la respuesta de su rodilla sea positiva.
Y en la plantilla no hay respuestas a una eventual pérdida. Suárez es un activo fundamental para Setién, y para Messi que lo tiene de referencia y descansa cuando está en el campo. Griezmann que en teoría es el que puede llevar la batuta en esa posición también viene tocado, y la alternativa de cambiar de dibujo se muestra muy agresiva y arriesgada para el momento.
Los cuidados los debe garantizar el cuerpo técnico que ya trabaja de cara a esa posibilidad
Una vez emitida la noticia se han manejado las cargas, y se le ha garantizado al uruguayo un trato especial. Lucho trabaja con cargas suaves, tratando de hallar respuestas positivas a los tratamientos médicos que el club le ha otorgado. La idea es como siempre, llevarlo de la mano para evitar que la lesión haga presencia de nuevo.
El problema es el que ya todos se pueden imaginar, si no encuentra una respuesta inmediata Setién tendrá que jugársela a su modo y es ahí donde la incertidumbre hace presencia. Lo de Martin Braithwaite sigue sin convencer, y tirar a Messi a esa zona es limitarlo en movimientos unos metros más atrás. Complejo el tema, y la puesta en escena a punto de dar luz verde.