El presidente azulgrana quema sus últimos cartuchos antes de ser fulminado por su pésima gestión
El FC Barcelona ha tocado fondo de forma definitiva tras la humillación recibida ante el Bayern Múnich. Un castigo a la pésima gestión de los últimos años tras negarse a reconstruir el club una vez que varias de sus estrellas habían bajado su nivel. Pero Bartomeu va por libre y todavía quiere quemar sus últimos cartuchos.
Cualquier presidente en su posición dimitiría, convocaría elecciones y se quitaría del medio. Pero Josep María Bartomeu cree tener la solución y ya se está moviendo en una dirección que deja muy claro que no piensa dimitir. Tiene mandato hasta 2021 y quiere cumplirlo.
Contentar a la afición lo primero
Por este motivo, el plan de Josep María Bartomeu es, ahora sí, hacer la limpieza que ha venido necesitando el club. El presidente ya ha decidido prescindir de Quique Setién y de varios titulares los últimos años, como Luis Suárez, Jordi Alba, Umtiti, Rakitic o Arturo Vidal entre otros.
Quiere un entrenador que conozca el club y sea querido por la afición, siendo Koeman el elegido para el puesto. Pero por encima de todo quiere traer a Neymar para volver a ser decisivos e imparables en ataque, mientras se lleva a cabo la reestructuración.
Es decir, Bartomeu planea hacer algo similar a 2015. Fichar a 3-4 titulares que entren en el equipo desde ya y juntar a Messi con Neymar, conscientes de que con ellos en el campo, al final el equipo, el entrenador y la táctica poco importarán si dan su nivel.
Intento desesperado de contentar a Messi
Pero lo que realmente busca Josep María Bartomeu es su propio interés. Sabe Bartomeu que si Messi está contento las aguas se calmarán. De ahí que busque desesperadamente el fichaje de Neymar. Muchos aficionados no lo quieren, pero mucho menos quieren que Messi se vaya.
Con Neymar Bartomeu ganaría tiempo y tendría oportunidad de despedirse ganando. De ahí que tras la debacle de champions, el FC Barcelona le haya ofrecido del tirón al PSG a Griezmann y una cantidad entre 60-70 millones para fichar a Neymar. Una operación totalmente desesperada.