Una oferta descomunal que deriva en otras acciones no tan convenientes desde el punto de vista deportivo
A día de hoy se puede decir que no se recuerda una crísis interna en el FC Barcelona durante su historia como la que se vive en este instante. Josep María Bartomeu lo ha echado todo por el piso, y lo ha sepultado con las últimas decisiones que le dejan un margen bien estrecho, con 6 directivos retirados de sus cargos. No obstante, tiene un as bajo la manga y es Leo Messi.
En tiempos de recesión económica es claro que la única vía posible de resarcirse de los inconvenientes es dar un paso al frente atacando la pieza más importante. Leo Messi es ese punto de referencia, el único con la capacidad de doblegar a cualquiera que esté inmiscuido en cualquier fase en el cuadro catalán.
Su renovación está en un punto complejo, pues no se ha llegado a ninguna conclusión y como todos saben, posee una cláusula que le permite salir sin problema alguno. Bartomeu busca cerrar el trato, más allá que esto le obligue a prescindir de objetivos de verano, ofreciendo una extensión a tres años por concepto de 50 millones de euros cada uno.
A Neymar se le va el tren
Esta es quizás la alternativa más despiadada que pudieran haber encontrado según la crítica, pero la más acorde en el momento. La relación entre directiva y jugadores no pasa tampoco por su mejor momento, y solo acciones de este tipo podrían acercar posturas, siendo ese el objetivo fundamental de toda esta estrategia.
Eso sí, poner en balanza una salida de fondos tan importante como esa, supone acciones en contra parte. Si las posibilidades de ver actividad en el mercado de verano estaban minimizadas, con esto se verán aún más afectadas. Disponer de 150 kilos en un club que ha anunciado medidas importantes, sería muy contundente.
Eso no solo le resta cualquier posibilidad a Neymar de regresar y vestirse de culé, sino que hace lo propio con el resto de opciones. Quizás Bartomeu se ha quedado sin argumentos y busca sellar su último año de gestión de la mejor forma, no le queda otra ante la presión del adelantamiento de las elecciones. Al final se verá el resultado, esto apenas es un piloto, pero re activada la competencia podría ser una realidad.