El conjunto celeste aprovecha sus buenas relaciones con los azulgranas
Con el paso de las jornadas el Celta pudo ir disfrutando de la mejor versión de Rafinha. Tanto es así que desde el conjunto gallego ya se están moviendo para que en caso de lograr la permanencia el hispano-brasileño se quede en el equipo en propiedad, aunque para ello haya que sacrificar a otros futbolistas de la plantilla como Denis Suárez o Brais Méndez.
Y es que a nivel económico es una operación que supondría sin duda un gran esfuerzo para el Celta. No ya el traspaso, que el FC Barcelona ha tasado en 17 millones viendo que su contrato finaliza en 2021, pero sí en cuanto al salario se refiere. El caché de Rafinha es muy alto y pasaría directamente a ser el jugador mejor pagado de la plantilla por encima de Iago Aspas.
Por el momento Rafinha se centra únicamente en lo deportivo y en intentar sellar la permanencia, que viendo los últimos encuentros antes del parón parece más encarrilada. Pero esto no es todo, y es que aprovechando las negociaciones por el mediapunta el Celta también intentará cerrar la cesión de Riqui Puig con el FC Barcelona.
Murillo también sigue
El RC Celta no dudó en apostar por el fichaje de Jeison Murillo para mejorar su fiabilidad defensiva durante el segundo tramo de la temporada. El colombiano llegó en enero cedido desde la Sampdoria, sin embargo el cuadro celeste se guardó una opción de compra de 16 millones de euros que el club ya tiene pensado en ejecutar.
Y es que apenas unos partidos le han hecho falta a Murillo para asentarse como uno de los fichajes más rentables del mercado invernal de este año. El nivel defensivo del Celta ha mejorado una barbaridad desde su llegada y de hecho desde el cuadro gallego saben que el valor de mercado del central colombiano puede dispararse si su rendimiento no baja.
Por ese motivo no dudarán en pagar los 16 millones de euros de su opción de compra y después escuchar ofertas que se pueden ir hasta los 30 millones de euros. Hay muchos equipos de primer nivel buscando centrales de garantías y Murillo está demostrando en el Celta que a pesar de su breve y poco exitoso paso por el FC Barcelona está para jugar en un grande.