Los responsables no han abonado las multas por incidentes
El FC Barcelona ha decidido el cierre temporal de la grada de animación del Camp Nou. Según se ha podido saber, la medida se debe a que los responsables de este sector aún no han pagado los 21.000 euros de multas impuestas por incidentes ocurridos en partidos anteriores, una condición clave exigida por la directiva para mantener activa esta sección del estadio.
El primer partido sin animación será contra el Brest
El cierre de la grada de animación se hace efectivo desde hoy, en el encuentro que enfrentará al Barça contra el Brest en la UEFA Champions League. Esta decisión afecta a una de las áreas más importantes del estadio en términos de apoyo vocal, conocida por ser el epicentro del entusiasmo y los cánticos que animan a los jugadores durante los partidos.
El Barça ha dejado claro que no negociará la reapertura hasta que se cumplan las condiciones impuestas, destacando la importancia de mantener un entorno seguro y ordenado en el estadio.
Un conflicto que viene de lejos
Este cierre es el resultado de un conflicto que se ha ido gestando durante los últimos meses. Los incidentes previos, que incluyen comportamiento inapropiado por parte de algunos aficionados, llevaron al club a endurecer las normas de conducta en esta zona. Entre las sanciones impuestas se encuentran multas económicas que, según el Barça, no han sido abonadas pese a los múltiples avisos.
La directiva ha señalado que esta medida busca enviar un mensaje claro de responsabilidad y cumplimiento de las normas a todos los aficionados. Además, insiste en que la grada de animación debe ser un espacio de apoyo positivo y no una fuente de problemas.
Impacto en la atmósfera del Camp Nou
El cierre de la grada de animación podría tener un impacto significativo en la atmósfera de los partidos en el Camp Nou, especialmente en encuentros clave como los de competiciones europeas. Esta sección ha sido históricamente fundamental para el ambiente del estadio, y su ausencia plantea dudas sobre cómo afectará al rendimiento del equipo en casa.
Los aficionados y colectivos implicados han mostrado su descontento con la decisión, aunque no han emitido un comunicado oficial sobre el incumplimiento de las multas. Mientras tanto, el Barça se mantiene firme en su postura, priorizando el cumplimiento de las normativas internas sobre cualquier otra consideración.