El jugador estaría presionando de más a una directiva culé que se resiste a perderlo con tanta facilidad
Una de las novelas con mayor índice de rating en la actualidad es la que reseña a Ivan Rakitic y su ya cantada salida del FC Barcelona. El mediocampista croata sabe que sus mejores momentos vestidos de blaugrana son cosa del pasado, pero se resiste a salir al lugar que ellos pretenden imponer; él elige y así lo hace entender a todos, marcharse al Sevilla de Monchi.
Sus razones las ha de tener claro está, allí tuvo un periplo importante, antes de firmar con el Barça tras una notable muestra de talento adicional en su selección. Por si fuera poco es la ciudad andaluz la ciudad de origen de su esposa y su hija, un tema muy a tener en cuenta y muy personal entre otras cosas.
Novias no le faltan, y mejores peticiones valoran desde la cúpula directiva culé
¿Sencillo? claramente no será, el tema radica en que ha sido el mismo protagonista el que lo ha planteado. Porque opciones a Bartomeu sí que le han caído, sobre todo de Italia y de Inglaterra. Los dos clubes de Milán lo han hecho, y desde el Reino Unido el Tottenham ha estado pendiente de su evolución.
Para alguien que ha superado la treintena es algo de admirar, su estatus se mantiene en lo más alto y de no ocurrir nada extraño seguirá así al menos un tiempo más. Pero marcharse al Ramón Sánchez Pizjuán conlleva sacrificios, como es el último lanzamiento que ha llegado desde allí, referente a una rebaja agresiva de salario.
La segunda no se la pasa el presidente, prefiere comercializarlo a su antojo
Y si a esto le faltaba picante, Monchi está por la vía de suministrárselo. Ha dicho que a Rakitic le abrirán hueco siempre y cuando, y solo sí se marcha de Barcelona con la carta firmada de su salida en las manos. No quieren o no están en la disposición de pagar altas sumas de dinero por alguien que a pesar de su talento está en el epílogo de su carrera.
De inmediato los efectos se han hecho sentir, y Bartomeu ha pegado el grito en el cielo. No van a ceder a uno de sus jugadores así porque sí, más allá que sus opciones de brillar en el primer equipo a partir de la siguiente temporada estarán mucho más reducidas que hasta acá. A Ivan esto no le importa mucho, quiere sentenciarlo cuanto antes y para ello emplea su poder de elección.
