El magazine de Mediaset ha puesto al aún futbolista en el paredón
Gerard Piqué no para de ser el protagonista de noticias negativas y su verdugo en esta ocasión fue Cuatro al día. El magazine de las tardes en Mediaset investigó las relaciones que tiene el aún defensa del FC Barcelona con la próxima edición de la Supercopa de España que nuevamente se realizará en un lugar atípico, Arabia Saudí.
Ya son varias la informaciones que se han filtrado donde revelan que la empresa del futbolista (Kosmos Global Holding) fue la intermediaria entre la RFEF y SELA Sport (empresa saudí) para llegar a un acuerdo y organizar el evento netamente español en tierras asiáticas. Sin embargo, el enfoque que le estaba dando Cuatro al día iba más allá del hermetismo que reina en las instalaciones de Kosmos.
Elena Riego se pone la 10 en Cuatro al día para destapar la olla podrida de Piqué
La periodista y reportera Elena Riego fue la encargada de visitar las instalaciones de Kosmos para investigar más a fondo el caso. Sin embargo, no logró pasar de la puerta vigilada por el personal de seguridad. Aún así se mantuvo por horas a las afueras del edificio donde se encuentra instalado los equipos y personal de la empresa del futbolista.
La misión era clara, la periodista de Cuatro al día venía a pescar a Piqué. Y es que investigaciones previas han revelado que el propietario de Kosmos ingresa en horas de la madrugada a las instalaciones, precisamente para evitar a la prensa. Este tipo de comportamientos en su dueño y el hermetismo en el que están inmersos sus empleados solo hunden más y más a Kosmos.
Aunque la intención de Cuatro al día fue buena, no pudieron hablar con ningún empleado de Piqué
Elena Riego empezaba diciendo. “Nos ha costado mucho que alguien nos contara algo pero finalmente hemos podido saber que Gerard Piqué viene mucho últimamente y hasta altas horas de la madrugada”. A pesar de que no pudo ingresar a las oficinas de Kosmos, la periodista intentó hablar con los empleados que iban llegando a su lugar de trabajo.
Lamentablemente ninguno de la daba la palabra. “Se ve que tiene a todos entrenados. Al que hable, a lo mejor, le cae el palo”. El silencio reinaba y era imposible conseguir información así. “Está previsto hacer mudanza, pero ayer había gente, hoy no lo sé. Al ‘jefe supremo’ me lo he encontrado varias veces por aquí a las tantas de la noche” decía la reportera de Cuatro.
