Hansi Flick enfrenta una decisión clave en el mediocampo del Barça: apostar por la experiencia de Frenkie de Jong o por la intensidad de Marc Casadó
Hansi Flick se encuentra ante una decisión determinante en el mediocampo del Barça. Con una plantilla de alto nivel compuesta por 17 o 18 futbolistas consolidados, el técnico alemán tiene margen para gestionar minutos y mantener la frescura de su equipo. Sin embargo, una de las cuestiones más debatidas en la interna culé gira en torno a la elección entre Frenkie de Jong y Marc Casadó.
El Barça sigue siendo un equipo de vocación ofensiva, vertical y con creatividad en el juego. Flick, satisfecho con la asimilación de sus conceptos, debe decidir si apuesta por la experiencia del neerlandés o por la energía y despliegue defensivo del joven canterano. Esta elección, lejos de ser menor, puede marcar el futuro del mediocampo blaugrana.
De Jong: el equilibrio y la posesión
Por el momento, Frenkie de Jong parece contar con la confianza del entrenador. Su amplia trayectoria y su capacidad para romper líneas y conservar el balón bajo presión lo convierten en una pieza clave cuando el equipo enfrenta defensas cerradas. Su estilo de juego se ajusta a la idea de Flick de mantener la posesión y desgastar al rival con transiciones elaboradas.
El centrocampista neerlandés ha participado en 28 partidos esta temporada, sumando dos goles y una asistencia. Su rol en la medular aporta fluidez en la salida de balón y permite que el Barça controle el ritmo del juego en los momentos decisivos. Flick lo ve como una garantía en escenarios de alta exigencia, donde la paciencia y la calidad técnica marcan la diferencia.
Casadó: intensidad y despliegue defensivo
Por otro lado, Marc Casadó se ha convertido en una de las revelaciones del curso. Su estilo más físico y dinámico le da al Barça una alternativa diferente. Flick valora su capacidad para presionar, recuperar balones y aportar solidez en defensa, aunque su presencia en el once tiende a hacer que el equipo sea menos asociativo y más directo.
Casadó no estaba en los planes de Xavi, pero ha sabido ganarse un lugar con Flick, disputando 34 partidos en los que ha sumado un gol y seis asistencias. Su irrupción ha generado un dilema en la medular, ya que su presencia implica una estructura más física y un mayor sacrificio sin balón. Aunque Flick también podría utilizar a Casadó como interior, la presencia de un Pedri en su mejor versión complica esa opción. Con De Jong, el Barça gana en control y posesión, mientras que Casadó le ofrece más registros tácticos y versatilidad. La decisión aún está sobre la mesa, pero el técnico alemán ya sabe lo que cada uno puede aportar a su equipo.
