Los de Hansi Flick llegan con mejores números y más gol, pero también con varias bajas sensibles. Enfrente, un Mallorca diezmado intentará resistir con un planteamiento defensivo y la esperanza de sumar en un campo complicado
Llega otro martes con aroma a final en el Estadi Olímpic Lluís Companys. El Barcelona de Hansi Flick, líder sólido con 73 puntos y 88 goles anotados, enfrenta a un RCD Mallorca que llega con la necesidad de rascar algo lejos de casa para no perder terreno en la lucha por Europa. Los de Jagoba Arrasate suman 44 puntos y ocupan la séptima plaza, pero la distancia con los perseguidores es mínima y el calendario no les favorece.
En la previa, las cifras son abrumadoras. Los azulgranas han ganado 23 de sus 32 partidos, mientras que los baleares solo han sumado 12 triunfos. A esto hay que sumar la capacidad ofensiva. El Barça duplica en goles marcados (88) al cuadro bermellón (31), aunque ambos equipos han encajado una cifra similar, lo que muestra que los visitantes no son tan frágiles atrás como se esperaría.
El Barça apuesta por el 4-3-3 y Mallorca se blinda con cinco defensas
Flick mantendrá su habitual 4-3-3, con Szczęsny en portería, acompañado por Koundé, Cubarsí, Íñigo Martínez y Gerard Martín en defensa. En el medio destaca la mezcla de juventud y control, Fermín, De Jong y Pedri. Arriba, sin Lewandowski por lesión, el tridente será Raphinha, Ferran Torres y previsiblemente João Félix o Yamal.
Enfrente, Arrasate presenta un 5-3-2 conservador con Dominik Greif bajo palos y una línea de cinco con Maffeo, Valjent, Raíllo, Copete y Mojica. En el mediocampo, el trabajo de Darder, Dani Rodríguez y Samú Costa será clave para contener al Barça. Larin y Abdón Prats serán los encargados de buscar el gol a la contra. Mallorca apostará por cerrar espacios, aguantar el bloque bajo y esperar errores. Pero sin precisión en la salida, puede ser un suicidio frente a un Barça que presiona alto.
Lesiones y sanciones merman a ambos equipos, pero más al Mallorca
La enfermería del Barça sigue llena. No estarán Ter Stegen, Lewandowski, Balde, Casadó, Bernal ni el propio João Cancelo, todos por lesiones musculares o de ligamentos. Son bajas que restan experiencia y profundidad. Pero el Mallorca llega peor. Pierde por sanción a Dani Rodríguez y Maffeo, y por lesión a Vedat Muriqi, Takuma Asano y Manu Morlanes, entre otros.
En total, más de seis jugadores clave están fuera, obligando a ajustes forzados y a depender de un once que se ha quedado sin gol. Sin duda, el partido pinta para ser una lucha de resistencia para los baleares, mientras que el Barça sabe que un nuevo paso firme lo acerca al título.
