Todo está dicho en el trato que proponen los franceses
Cada día parece estar más cerca el regreso de Neymar al FC Barcelona. Así lo dice un reciente avance informativo de un medio que sigue de cerca al club catalán. En el cuerpo de la noticia se afirma que no están para nada contentos con la presencia de Antoine Griezmann, un jugador que ha llegado con un cartel importante y que hasta el momento ha dado prácticamente nada en relación al valor pagado.
Nada menos que 120 millones de euros, y la idea es llevar al jugador determinante y austero que solía ser en el Atlético de Madrid. Por Catalunya ha llegado una versión disminuida, sin personalidad para echarse el equipo al hombro y asumir el mando del ataque cuando no esté Messi.
El clásico fue una nueva cachetada, no ha aparecido, y aparte ha desperdiciado unas opciones clarísimas. Así, el propio capitán ha elevado una petición, desprenderse del francés para llevar de regreso al brasileño, el único problema es que desde París no creen conveniente un cambio a mano, ellos reclaman 50 millones de euros extra.
Bartomeu cae en su propia incapacidad
Ya era muy ilógico pensar que el cambio de cromos se iba a dar mano a mano, eso solo se lo contempla Bartomeu y su cúpula. De ser así ya habrían accedido y ese es un tema al que no le han dado el suficiente valor. Pero ahora están decididos, sin esperar o contar con lo que aporten desde el país galo.
Nasser Al-Khelaifi es un hombre de negocios, y la ventaja es un punto en el que siempre hace referencia. por eso, exige la cantidad ya citada como medida única de consideración a la hora de llevar a cabo el fichaje del jugador brasileño. Lo de Griezmann entre otras cosas no les es ajeno, saben de la calidad que posee y sobre todo le tienen mucha esperanza tras el entendimiento que posee junto a Mbappé en la selección.
Todo está dicho, Griezmann va por la ruta de convertirse uno de los peores fichajes del club catalán pese a los 14 goles que lleva esta campaña. En Catalunya hay cosas que pesan mucho más, y entre eso incorporan la relación con el intocable. Están todos claro que no ha sido buena, y Messi sigue obsesionado con hacer de Neymar, su catapulta deportiva en lo que le resta de carrera. Hay que verle con detenimiento.