El AC Milan fue adquirido por un grupo empresarial chino durante los primeros meses del año. Dicho grupo realizó una inversión superior a los 700 millones de euros, pero una modificación en una ley que afecta a este tipo de empresas puede condicionar la viabilidad del proyecto, hasta el punto de poner a varias estrellas en el mercado por un precio muy por debajo de su valoración de mercado.
Jugadores como Suso, André o Bonucci saldrían de la entidad italiana por un precio no superior a los 30 millones de euros. Una cantidad realmente asequible que convencería a clubes como el Sevilla FC, el Real Madrid, el FC Barcelona o la Real Sociedad para acometer algunas de esas incorporaciones. Dichos jugadores estarían predispuestos a cambiar de aires en vistas de ver cómo el proyecto del Milán no termina de flotar, por lo que facilitarían sus respectivos contrarios.