La nueva era ha caído en pleno, con proyecciones y exigencias inmediatas a la junta directiva
El viernes pasado se comunicó de manera oficial la salida de Jorge Almirón como director técnico de la entidad ilicitana. Los malos resultados y sobre todo el mal desempeño dentro del campo fueron suficiente motivo para una directiva que ve caer su prestigio permaneciendo por mucho tiempo en la zona baja del descenso. Por eso la mención de Fran Escribá le permite hoy al Elche mantenerse en la pelea ahora con una exigencia de tipo defensivo.
El favorito de los jefes y de la afición ha llegado pisando fuerte. Escribá es una voz autorizada en el interior de la entidad gracias a su pasado glorioso entre 2012 y 2015. En ese tiempo consiguió no solo el ascenso, sino que mantuvo la categoría en dos temporadas continuas gracias a su excelente gestión de los recursos más allá de las distintas limitaciones.
El dueño del liderazgo defensivo tiene nombre propio, la mención de Escribá dentro del Elche tras su anuncio
Una vez realizado el respectivo barrido de mercado, se ha llegado a la conclusión de que van a seguir al pie de la letra las instrucciones de su jefe. Él, desde la barrera y tras haber analizado no solo el juego de los suyos y la respectiva valoración de sus debilidades ha identificado al argentino Ezequiel Garay. El también pretendido por el Cádiz se ha colado en la idea máxima del club ahora que está libre.
Su presente le permite estar en la zona noble, y ahora que se ha escuchado la versión del protagonista que busca seguir en la ruta europea, mucho más. Eso es básicamente el ajuste que estaban necesitando, pues la prensa argentina ha soltado que Newell’s también deseaba su incorporación. Lo que limita la lucha a dos, en donde Elche parte con toda la ventaja pertinente.
Garay ha soltado indicios de posibilidades, además de argumentar estar listo para la actividad
Precisamente una de las cosas que más gustan es justamente eso. El jugador está listo para entrar en actividad, priorizando la puesta a punto luego de una extensa recuperación. Su alejamiento de las canchas le permitió ponerse en condiciones, y hoy reclama la posibilidad de a sus 34 años poder poner en práctica toda esa experiencia que posee a su espalda.
Ya los acercamientos se han sellado, el director deportivo del club ha analizado las posibilidades ante el agente del futbolista que está exigiendo un contrato por una temporada y un sueldo aceptable. Eso sí, necesita garantías, y eso es justamente por lo que ha sido firmado Escribá. El ambiente está despejado, y depende en este punto de la idea que traiga en mente el protagonista de este caso.