Impensado si se quiere, pero restan solo detalles para que sea una realidad
Una de las exigencias realizadas por Ronald Koeman en el momento es la de abonar el camino del ataque con un activo de tremenda actualidad, Memphis Depay. El FC Barcelona ha acusado problemas muy evidentes en ese sentido, y no piensa resolverlos con simples ajustes de tuercas en el funcionamiento del equipo.
El tema es que llevarse a Depay desde el Olympique de Lyon genera una inversión de al menos 30 millones de euros, y esa es una pasta que no reposa en este instante en las arcas del club. De ahí que ganen metros algunas consideraciones del mercado, como la última espetada por un medio, que habla del fuerte interés renovado del Liverpool por Ousmane Dembélé.
Los jefes se fían demasiado en el criterio de Messi
El principal benefactor del tema hasta acá ha sido Koeman, pero hay que abonarles algo y es que el club en general ha delegado funciones al activo más importante, a Leo Messi. Él, desde la comodidad que le da su historia, ha sido de los que más ha hablado del asunto. Sabe que Depay es un jugador adaptable a diferentes sistemas, y que por condiciones se puede ajustar al estilo de juego del Barça.
Ha dado el visto bueno, y cuando le han hablado del tema Dembélé sus dudas se han acabando de despejar. Sabe de antemano que es una oportunidad brillante, sobre todo teniendo en cuenta que no se trata de una compra inmediata, es una cesión que le da primero libertad al club de fichar, y segundo le da la posibilidad a su compañero de hallar minutos en cancha.
Dembélé cae de pie, en un movimiento completamente agresivo
Ya sorprendían los reds con sus anuncios recientes, primero Thiago Alcántara, un mediocampista que de hecho en Barcelona querían, y luego Diogo Jota. El delantero del Wolverhampton ha firmado esta mañana su contrato y es nuevo jugador del club de Anfield, llega por una cifra menor, y es considerado uno de los más habilidosos puntas de la Premier.
Pero para tener fondo de armario suficiente hay que segui9r peinando el mercado y eso es justamente lo que quiere Klopp con Dembélé. Cree que le puede recuperar y darle un lugar en la rotación extrema del cuadro rojo de Liverpool. Allí tendría un gran salario, y la posibilidad de disputar todos los torneos con la misma ilusión que lo hace nen Catalunya.
