El técnico vasco finaliza su contrato con el cuadro armero el 30 de junio
En los últimos días la UEFA ha querido dejar clara su postura sobre la situación de los futbolistas cuyos contratos acaban el próximo 30 de junio. Sin embargo no se ha hablado nada de los entrenadores, y es que en una situación idéntica se encuentran muchos técnicos de la Liga como Mendilibar, que puede no volver a entrenar más al Eibar.
Si la temporada se reanuda más allá del 30 de junio y club y entrenador no llegan a un acuerdo el conjunto armero va a tener que buscar otro técnico para afrontar el final de las jornadas restantes del campeonato. Lo normal es que Mendilibar siga al frente del Eibar, pero mientras tanto el cuadro vasco ya valora diferentes alternativas.
Así, revisando la lista de entrenadores sin equipo el Eibar ha dado con Fran Escribá, un técnico que puede adaptarse a la perfección a la forma de entender el fútbol del conjunto armero. Escribá lleva ya un tiempo sin un banquillo en el fútbol español, por lo que no debería haber problemas para que aceptara su desembarco en Ipurua.
Ojo a Orellana
A estas alturas no está nada claro que la temporada en España vaya a finalizar antes del 30 de junio. Eso deja en una situación delicada a jugadores como Orellana que finalizan sus contratos ese mismo día y que no saben qué será de su futuro. Precisamente el chileno ya ha sido vinculado con equipos de la talla del Sevilla FC o del Betis.
Ambos conjuntos son conscientes de que Orellana ha sido el termómetro del Eibar estas últimas temporadas y que su fichaje a coste cero supondría uno de los grandes chollos del verano. Eso sí, de momento es el Sevilla FC el que se ha anticipado a su vecino porque el Betis ha descartado negociar hasta que se resuelva todo este asunto.
Mientras tanto el conjunto hispalense, con Monchi a la cabeza, sabe que Orellana es libre desde el pasado 1 de enero para negociar con cualquier club y está aprovechando este parón por el coronavirus para intentar cerrar un acuerdo con el jugador. Una maniobra que parece poco ética pero que a su vez es legal, aunque desde el Betis lo vean al revés.