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Derribo del chalet ilegal de Xabi Alonso en Igeldo por orden judicial

Un veredicto contundente en San Sebastián contra el chalet fuera de ordenación del ahora entrenador

La resolución del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Nº 3 de San Sebastián ha sido clara: el chalet de lujo del exfutbolista Xabi Alonso, situado en Igeldo, es ilegal. La sentencia establece que la edificación no cumple con los requisitos legales para su construcción y debe ser derribada. El motivo principal de esta decisión es que el chalet no mantiene la tipología rural exigida y que la construcción de una cubierta plana es considerada ilegal.

El origen de la polémica con una construcción fuera de norma

El chalet, construido en una zona donde originalmente no se permitía edificar, ha estado en el centro de la controversia desde su inicio. Las reclamaciones de asociaciones como Haritzalde, Ieltxo, el Consejo de Igeldo y varios ciudadanos, han sido determinantes en la decisión judicial. Argumentaban que el permiso de construcción otorgado por el Ayuntamiento de San Sebastián era ilegal, ya que se situaba en terrenos agrícolas no edificables.

La decisión judicial y sus implicaciones

La decisión de derribar el chalet no ha sido sencilla. Ha requerido la intervención de varias entidades y un análisis detallado de la situación legal del inmueble. Los demandantes alegaban que la construcción no solo era ilegal, sino que también representaba un claro caso de especulación inmobiliaria.

La resolución ha generado una reacción positiva entre los demandantes, quienes se han mostrado satisfechos con el veredicto. Sin embargo, también plantea preguntas sobre la gestión del Ayuntamiento de San Sebastián y su papel en la aprobación de este tipo de construcciones. La comunidad espera ahora explicaciones y medidas por parte del alcalde Eneko Goia.

La responsabilidad urbanística se impone

Este caso resalta la importancia de una planificación urbana responsable y del respeto a las normativas vigentes. La situación del chalet de Xabi Alonso en Igeldo es un claro ejemplo de las consecuencias de ignorar las regulaciones de construcción y del impacto que esto puede tener en la comunidad y el entorno natural.

EGD Barcelona