El entrenador del Córdoba CF, analizó la victoria por 2-1 sobre el Cartagena en El Arcángel, destacando la importancia de haber asegurado los goles en momentos clave del partido
El Córdoba CF refuerza su dominio en casa con tres victorias consecutivas en El Arcángel. La última, un ajustado 2-1 frente al FC Cartagena, fue protagonizada por los goles de Antonio Casas y Albarrán, consolidando al equipo de Iván Ania en la mitad de la tabla. Esta nueva victoria en casa refleja la evolución del equipo, que, pese a algunas dificultades en la primera mitad, supo encontrar el camino hacia los tres puntos.
El propio Ania no dudó en admitir que el equipo comenzó dubitativo. Según explicó, “nos faltó claridad con el balón y cometimos errores no forzados que generaron nerviosismo”. La primera mitad fue una lucha constante por ganar la posesión, con dificultades para conectarse con Isma Ruiz, lo que permitió al Cartagena generar peligro. Sin embargo, el técnico se mostró satisfecho por la reacción tras el descanso: “El primer gol nos dio tranquilidad, y con el segundo empezamos a ser nosotros mismos”.
Posiciones tácticas y ajuste en el tramo final del partido
El una vez inicial del Córdoba presentó un esquema equilibrado, con Carlos Marín bajo palos, protegido por una defensa central liderada por Bernardo y Gudelj. En los laterales, Calderón y José Ruiz se encargaron de cubrir las bandas, mientras que en el mediocampo, Isma Ruiz y Ramón Bueno intentaron controlar el ritmo del partido. Jacobo y Kuki Zalazar buscaron generar desequilibrio desde los costados, con Antonio Casas como referente en ataque.
En el Cartagena, el portero Marc Martínez destacó por sus intervenciones, respaldado por la línea defensiva formada por Alcalá y Kiko Olivas en el centro, con Delmás y Forniés por los costados. En la medular, Musto y Jansson trataron de mantener el control, mientras que Mikel Rico intentaba conectarse con Sadiku, la principal amenaza ofensiva. Sin embargo, la defensa del Córdoba se mostró sólida en momentos clave, evitando el empate en los minutos finales.
Gestión de lesiones y disciplina clave para los próximos desafíos.
Ania también aprovechó para reflexionar sobre la importancia de la disciplina táctica en un partido tan disputado. “Cada pérdida innecesaria genera peligro, y eso lo pagamos con un gol en contra”, lamentó. El entrenador subrayó que el equipo debe aprender de estos errores para no comprometer partidos que ya parecen resueltos.
El aspecto físico también tuvo un papel fundamental, ya que Albarrán, ubicado como extremo en los minutos finales, aportó frescura y control del balón. “Era necesario mantener la posesión, por eso preferí tener más jugadores técnicos en el campo”, explicó Ania, justificando la entrada de Kuki Zalazar y Jacobo para evitar pérdidas innecesarias. Además, mencionó la importancia de que el equipo llegue sin lesiones al complicado duelo ante el líder Racing de Santander.
Con esta victoria, el Córdoba suma 12 puntos en las primeras 10 jornadas, un impulso anímico necesario para afrontar el próximo desafío en El Sardinero. “Con esta confianza, todo parece más claro. Tenemos que mantener la calma y creer en nosotros mismos”, concluyó un Iván Ania visiblemente satisfecho pero consciente de que el camino es largo y exigente.
