El Córdoba vio cómo su invicto como local se esfumaba tras caer 0-3 ante el Almería en un encuentro cargado de tensiones y marcado por decisiones arbitrales y errores puntuales en defensa
El Córdoba se enfrentaba al Almería con la esperanza de mantener su impecable racha como local, un logro que solo compartía esta temporada con el Levante. Sin embargo, las circunstancias del encuentro cambiaron drásticamente tras un penalti señalado a la media hora de juego y una expulsión en la segunda mitad que condicionaron completamente el desarrollo. Iván Ania, entrenador del equipo blanquiverde, no ocultó su frustración tras el encuentro, donde su equipo cayó por 0-3.
El técnico reconoció que el partido tuvo dos caras: una primera parte igualada en la que el Córdoba compitió bien, obligando al Almería a renunciar a su estilo de juego habitual, y una segunda mitad en la que la expulsión de Calderón y el gol de penalti marcaron el desenlace. “Intenté buscar soluciones, pero no las encontramos”, expresó Ania visiblemente decepcionado.
El planteamiento inicial y las concesiones defensivas marcaron la diferencia
Según Ania, el equipo arrancó con una propuesta sólida, mostrando incluso superioridad en ciertos tramos del primer tiempo. “Estábamos obligándoles a jugar en largo y alejándolos de su esquema habitual. Sin embargo, el penalti que regalamos cambió todo”, afirmó.
La acción que desencadenó la caída fue un penalti cometido en una jugada aislada, lo que permitió a Luis Suárez abrir el marcador. Esto, sumado a la expulsión de Calderón al comienzo de la segunda mitad, terminó de desmoronar al equipo. “El segundo tiempo fue un partido completamente distinto. Con el marcador en contra y un hombre menos, era muy complicado”, añadió el entrenador.
Disciplina, lesiones y la influencia del rival
Ania no dejó de reconocer el potencial del Almería, destacando su fortaleza económica y la calidad diferencial de sus jugadores. “No puedes concederles nada, y hoy les dimos dos regalos que definieron el partido”, sentenció. A pesar de la derrota, el técnico se mostró autocrítico con las decisiones tácticas adoptadas tras la expulsión. Primero optó por un esquema 4-3-2 buscando el empate, pero tras el tercer gol del Almería decidió proteger a sus jugadores y minimizar el daño volviendo a un 4-4-1.
En cuanto al arbitraje, el técnico admitió que las decisiones no fueron determinantes, aunque subrayó que el penalti señalado podría haberse interpretado de otra manera. “Hoy no influyó en el resultado, pero estas situaciones siempre te condicionan”, aseguró. Con este resultado, el Córdoba pierde algo más que tres puntos, se lleva la lección de que ante rivales de este nivel, cada detalle cuenta.
