El conjunto vasco necesita un giro drástico si quiere evitar los fantasmas que comienzan a sobrevolar San Mamés
El Athletic cosechó una nueva derrota en su visita al Deportivo Alavés. Tras haber caído en San Mamés por 0-1 ante un recién ascendido como el Cádiz, que además jugó media hora con 9 jugadores. La situación es muy tensa y el parón que se viene de las selecciones en este caso ayuda muy poco. Urgen medidas en un club que comienza a tener muy mala pinta.
Porque en estos casos para poder tapar un mal comienzo hacen falta victorias. Dos semanas de habladurías no es lo más apropiado. Porque los aficionados comienzan a estar muy hartos de lo que ven. Ya ni la filosofía sirve para estar orgullosos.
La filosofía ya no se sostiene
Porque dicha filosofía ha servido únicamente para que se acomode equipo, afición y sobre todo junta directiva. Ahora el fútbol es tan competitivo que con esta filosofía se hace difícil competir. Pero la excusa siempre está ahí. Efectivamente, la filosofía.
Y se acostumbran a quedar en mitad de la tabla, a no aspirar a ganar. Pero con sueldos de auténticas estrellas. Porque los Iñigo, Muniain, o Williams cobran más que muchos jugadores que militan en equipos de Champions League.
Clemente solución de urgencia
La plantilla es la que es. Y de todo este acomode el último que tiene culpa es un Gaizka Garitano que bastante hizo con evitar el abismo hace un par de años. Tan urgente es la situación que actual que en los mentideros del Athletic ha salido un nombre.
Ni más ni menos que un Javier Clemente que es experto en situaciones caóticas de este tipo. Bueno, para ser exactos, era experto. Porque hace ya muchísimos años que no entrena a nivel serio. Más allá de experiencias en selecciones exóticas o en la selección vasca.