El joven canario molesta y mucho a la prensa de Madrid
Cualquiera imparcial se da cuenta de que el nivel de Pedri es excelso, salvo si uno se fija en El Chiringuito de Pedrerol. Ya se sabe que para que el programa tenga éxito es obligatorio que haya polémica y hasta en los debates más inocuos sale alguien justificando casi lo imposible.
El partido que cuajó Pedri ante el Athletic fue sublime. Como sublime estuvo el canario ante el Valencia o el Nápoles. Desde que regresara de la lesión se le ve realmente fino. No pierde un balón, distribuye como un veterano, es el jefe del FC Barcelona con apenas 18 años.
El Chiringuito se ceba con Pedri
Sin embargo, Pedrerol necesita que sus tertulianos generen polémica. Por eso vinieron a El Chiringuito varios haters de Pedri. José Luis Sánchez sigue con la milonga de que es un buen jugador que da pases horizontales y que no arriesga. Cuando se habla del caño a Balenziaga saca la estadística y pregunta cuántas asistencias o cuántos goles lleva el canario.
Por la misma línea transcurre el argentino Jorge D´Alessandro, que dice que Pedri es irrelevante en los goles del equipo y que por tanto no se le puede elevar a la categoría de crack. Una opinión respetable… si no fuera porque en su día pedían balón de oro para Xavi, Iniesta o Modric, otros genios, pero que no sumaban demasiadas asistencias ni goles a su estadística.
El Chiringuito compara a Pedri con Zidane
Pero Pedrerol quiso ir todavía más allá con la encuesta de la noche. Y lanzó en las redes de El Chiringuito una pregunta que ponía a Pedri a la altura de Zidane. “¿Es mejor Pedri que Zidane?”. Un chaval que tiene 18 años y juega su segunda campaña de profesional, comparado con uno de los mejores centrocampistas de la historia.
El daño que se hace es terrible. Porque hace que haya muchísimos haters de Pedri y a la vez que sus valedores lleguen a decir barbaridades para justificarlo. Ni Pedri es como Zidane, ni es el mejor del mundo como dice Xavi. No lo es HOY, con 18 años. Pero es evidente que tiene un talento descomunal y que si no se tuerce no tiene techo.
