El Castellón cayó 2-1 ante el Sporting en El Molinón, en un encuentro donde, tras adelantarse en el marcador, el equipo perdió el control del juego
El Castellón cayó 2-1 ante el Sporting en un partido disputado en el Molinón, dejando una sensación amarga para su entrenador, Dick Schreuder. Tras adelantarse en el marcador con un gol de Mamah, el equipo se desmoronó. Schreuder no dudó en expresar su descontento con el rendimiento de sus jugadores, admitiendo que, después de su tanto, se olvidaron de jugar al fútbol.
El ambiente en el estadio no favoreció al Castellón, que enfrentó a un Sporting que supo cómo presionar y manejar los tiempos. “Cuando juegas aquí y te enfrentas a un equipo con tanta calidad, es difícil. Después del gol, empezamos a recurrir a los balones largos, y ellos terminaron mereciendo la victoria”, reconoció el técnico, visiblemente afectado por la derrota.
El impacto de la táctica en la presión del Castellón sin De Miguel en el campo
Uno de los puntos más criticados por Schreuder fue el abuso de los envíos largos, una estrategia que, en su opinión, no funcionó sin la presencia de De Miguel, pieza clave en su esquema de presión. “De Miguel es fundamental para nuestra forma de jugar. Sin él, otros deben asumir su rol, pero fue extraño vernos jugando balones largos”, dijo el entrenador, dejando claro que su equipo no se adaptó bien a la ausencia del delantero.
La situación fue más compleja en el mediocampo, donde el Castellón no supo encontrar su ritmo. La defensa del Sporting fue contundente, bloqueando las jugadas que habitualmente funcionan para el conjunto de Schreuder. Los centrales del Castellón se vieron obligados a retroceder más de lo planeado, con lo que el portero también quedó expuesto en varios momentos clave.
Problemas en la disciplina y las lesiones complicaron el partido
Además de los problemas tácticos, el Castellón también sufrió con la falta de disciplina y las lesiones. Varios jugadores clave llegaron al partido con molestias, lo que afectó su rendimiento. Schreuder destacó que, aunque las lesiones no son una excusa, el equipo necesita mejorar su actitud en el campo.
“Tenemos que luchar más, no solo mover la pelota. Nos pasó antes con el Eldense y lo mismo ocurrió hoy. No es suficiente con jugar bien, hay que meter garra”, subrayó Schreuder, dejando claro que espera más de sus jugadores en términos de esfuerzo físico y mental. La falta de disciplina también fue evidente en momentos donde el equipo cometió errores que costaron caro. Al final del encuentro, el técnico confesó que los cambios realizados no fueron para defender, sino para intentar controlar más el juego, aunque el plan no resultó como esperaba.
