Los procesos no son eternos y con los resultados arrojados el cuadro colchonero está cerca de experimentar con otro encargado para la siguiente temporada
En el Atlético de Madrid ya no tienen más palabras para describir la situación actual que enfrenta el equipo de Diego Pablo el Cholo Simeone. Derrotados por el Athletic Club en la Supercopa y después por la Real Sociedad en la Copa del Rey llega in extremis al cierre de temporada con muchas deudas pendientes.
Motivo más que de sobra para que personalidades del club empiecen a especular con su futuro, inclusive poniéndole fuera por lo evidente. En una entrevista Gonzalo Calderón, nieto del histórico Vicente Calderón ha dicho que el argentino se mantiene en el cargo por ser él, no por méritos. Cualquiera otro ya habría sido despedido, o estaría como mínimo advertido.
Y si del Cholo deben prescindir él tiene para el Atlético un candidato perfecto
Lo expuesto ha sido verdaderamente contundente, realmente no encuentra las palabras para describir lo que sucede. Ha dicho que el equipo tiene al menos 4 figuras de talla internacional, y de ahí en adelante cada uno debe ganarse su lugar. Pero si el equipo no consigue un cupo a Champions, la situación se complica y bastante.
Allí no habría lugar para poder solventar el compromiso económico que ello deriva, y menos del entrenador. Así que la idea sería buscarle salida y su candidato es Luis Enrique. El seleccionador nacional tiene un palmarés exquisito, y podría asumir tras el mundial de Qatar este año.
Lo de Simeone va a quedar en la historia pero es momento de dar un paso al costado
Nadie le va a quitar lo hecho hasta el momento, pero basta con revisar sus números para darse cuenta. En esa revisión de evaluación de los primero clasificados, el Atlético es el que peores sensaciones le deja. No le ve un horizonte, y ese cambio continúo de estrategia marea más a los propios que a los contrarios.
Luis Enrique es un gestor de grupo mucho más hacía la idea del fútbol que le gusta a la gente. Intenta proponer, es práctico y con España lo ha demostrado. Su compromiso con la selección es el único inconveniente y por tanto la única duda al respecto, que será despejada en la medida que pasen las semanas.